El camino para llegar a EU: una travesía que le puede costar la vida a los migrantes
En el camino, los migrantes se arriesgan a morir ahogados o por las extremas temperaturas en el desierto. Por si fuera poco, también se enfrentan al crimen.
Los migrantes que se aventuran a cruzar la frontera de Estados Unidos para vivir el llamado “sueño americano”, se ven obligados a pasar por una travesía que les puede costar la vida.
Y es que cruzar ilegalmente a Estados Unidos es más peligroso de lo que algunos piensan. “Hemos tenido casos de migrantes que los hemos encontrado fallecidos en el desierto por las altas temperaturas”, dijo Efrén González, director de Operaciones Aéreas y Marítimas en El Paso Texas.
En un tramo del desierto, hay una montaña por la que deben pasar los migrantes. Es complicada para bajar y está llena de botellas de agua que van dejando a su paso. Quizá sea lo único que han tomado en días.
Olga se abre camino por estos terrenos desde Ecuador. Ya lleva los pies destrozados y ha soportado de todo. Lleva más de un mes en el trayecto, pero asegura que todo valdrá la pena.
“De todo, hambre, sol, frío. Dejé tres hijos que lo estoy haciendo por ellos y que los quiero demasiado y algún día estaremos juntos”, afirma Olga Cuyo, migrante de Ecuador.
¿Cuáles son los peligros que enfrentan los migrantes?
Cruzar el desierto y las montañas es una parte, ya que después los migrantes se enfrentan al riesgo de morir ahogados en el río o a caer de 9 metros de altura por brincar el muro. Son riesgos que ellos mismos decidieron tomar.
“Subiendo el muro por una escalera y ya del otro lado tuvimos que lanzarnos. Se soltaban y se partían las piernas, una de mis compañeras se partió la columna”, recordó Karol Rodríguez, migrante de Colombia.
Alejandro Robledo, migrante colombiano, contó que las personas que se dejaban caer del muro se lastimaban las piernas. Le tocó ver cómo una japonesa no se sujetó bien y al caer se fracturó el pie. Por su parte Jason Raúl Lomelí, migrante colombiano, señaló que las mujeres son las que más ha visto caer y cortarse las manos.
Migrantes también se enfrentan a la delincuencia
Pero los accidentes, no son los únicos peligros; ellos deben enfrentar abusos, extorsiones y a la delincuencia. Brayan González, migrante colombiano, dijo que en su trayecto presenció secuestros y cómo mataron a tres personas. Solo escuchó los disparos.
Otro caso es el de Leydi Mejía, quien viajó desde Colombia con su nieto de apenas siete años. Al llegar a la frontera, el niño se lanzó del muro y afortunadamente no le pasó nada, pero al estar en Estados Unidos se lo quitaron y lo llevaron a un albergue.
Sobre ese caso, Lynn Walker, directora Ejecutiva de “Inquire First”, experta en temas migratorios, se cuestionó sobre qué futuro tendría ese niño, sin una mamá o un papá, además de que está en un país absolutamente desconocido.
De esta forma se separan las familias, se rompen las ilusiones y se vive una realidad desgarradora, donde se deja hasta el alma por intentar conseguir el sueño de una “vida mejor”.
