El sueño americano que no se cumple: Detienen a migrantes, pero dicen que seguirán intentando cruzar a EU

En medio de la violencia y la inseguridad, muchos mexicanos dejan sus lugares de origen para llegar a Estados Unidos, su número es creciente en la zona fronteriza entre Chihuahua y Texas. Las huellas del paso de los migrantes son gorras, bolsas, carteras y hasta ropa de niños que son abandonadas en medio del desierto.

Hoy las pertenencias de miles de migrantes abandonadas en el desierto, son mudos testigos de un sueño que para ellos, no se convirtió en realidad. Es donde se trata de ponerle rostro a las pertenencias, pero lo que más duele ver cómo es que terminaron aquí unas calcetas de una niña pequeñita. ¿De quién son?

Con temperaturas de 50 grados, sin agua, ni comida, es como a diario miles de migrantes ilegales intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, atravesando el desierto de Chihuahua.

“Llevo 15 días intentando pasar pero no se puede. Sin comer, dos días, tres días, para pasar hay días que te tienes que amanecer en el desierto, con el frío, aguantándote el hambre y la sed”, dijo Germán, migrante detenido.

La razón de por qué lo hacen es para conseguir una mejor vida para su familia. Eso es lo que dicen. Como Alan, otro migrante detenido, que asegura es para construir su casa, para sus hijos, su futuro y su esposa.

Son migrantes mexicanos que lograron cruzar, pero después de algunas millas, fueron interceptados por agentes de la patrulla fronteriza.

“Salió mal que no nos pusimos más abusados en correr. (Me detuvieron) Ahí escondido debajo de unas hierbas”, contó Germán. Mientras que Alan recuerda que lo agarró la migra cuando ya estaba a nada de llegar.

Marco Antonio, un migrante del Estado de México, narró que lleva 8 días intentando cruzar a Estados Unidos. Ha dormido en el sueño y no ha comido nada.

México encabeza la lista de migrantes ilegales que intentan cruzar la frontera de Chihuahua, con El Paso Texas, para llegar a Estados Unidos.

“Las principales nacionalidades este año han sido México, con el mayor número, seguido de Venezuela, luego Guatemala, le sigue Colombia y luego Ecuador”, enlistó Anthony Good, de la Patrulla Fronteriza en El Paso.

Para cruzar, ellos deben pagar a los traficantes de personas, cantidades exorbitantes, que no les garantiza la entrada. Como Germán que pagó 4 mil dólares y eso es solo el depósito porque faltan 6 mil dólares más.

“Aquí más o menos pagan como entre 12 mil y 15 mil dólares. Les dicen OK, denme la mitad y ya cuando ustedes lleguen a los Estados Unidos , entonces aquí pueden trabajar y me pueden pagar, entonces ¿qué hacen los contrabandistas? Dicen: ‘trabaja por nosotros, vendan drogas, recojan a inmigrantes que entraron ilegalmente’. Pero eso es ya un crimen verdad”, explicó Valeria Morales, supervisora de Asuntos Públicos de la Patrulla Fronteriza.

Ahora, serán repatriados sin haber alcanzado su sueño y con una gran suma que pagar. “Están jugando con la esperanza de la gente, que es lo más trágico, los dejan con deudas y la mayoría de las veces no llegan”, afirma Lynn Walker, directora ejecutiva de Inquire First y experta en temas migratorios.

Sin embargo, los migrantes aseguran que habrá otra oportunidad, que lo volverán a intentar hasta que lo logren. “Yo nunca pierdo la fe. Hasta que pegue”, asegura Alan.