La farsa de las mal llamadas Tiendas del Bienestar en México se han convertido en un mal-estar porque son más caras que cualquier supermercado, no aceptan tarjetas y hay sospechas de su operación financiera.

Las promesas de las Tiendas del Bienestar

Fueron creadas con la promesa de vender productos básicos a precios más baratos, sin embargo, no es así. En las llamadas Tiendas del Bienestar, del gobierno federal, la mayoría de los artículos de la canasta básica no tienen los mejores precios, incluso gran parte de ellos están más caros que en tiendas de autoservicio.

“No hay prácticamente diferencia. Es un mito que son más baratos y si aprovechan para engañar a la gente”, dijo Mario Di Costanzo, ex presidente de la CONDUSEF.

En las Tiendas del Bienestar, por ejemplo, este aceite de cocina de un litro cuesta 46 pesos, ese mismo aceite se vende por lo menos un peso más barato en supermercados, lo mismo pasa con la leche.

Mientras en las Tiendas del Bienestar un litro se oferta en 30 o 32 pesos, en otros lugares, la misma marca y presentación está en 27 pesos y el arroz tiene un precio de 19 pesos, contra los 15 pesos que cuesta en otros lados.

“Estas Tiendas del Bienestar, pues ahora también lo que se hizo con el Gas Bienestar, con el Banco Bienestar, pues son más bien empresas o actividades que buscan o tienen más un tinte electorero. Engañar a la población y hacerle pensar que realmente el gobierno se está preocupando por ellos, pero aquí vemos que no”, mencionó Mario Di Costanzo, ex presidente de la CONDUSEF.

“Solo efectivo” Así operan las Tiendas del Bienestar

Además, en las Tiendas del Bienestar no se acepta ninguna tarjeta, ni siquiera las del mismo bienestar. “No amigo, no. Solo efectivo. ¿De ninguna? No, de ninguna. No tengo terminal”, así es como contestan en las tiendas.

“No tienen terminal para tarjetas. Y dos, todavía no dan indicaciones de recibir tarjetas”, dijo Julieta, sondeo.

“Al recibir efectivo, pues pueden no registrar la transacción en la parte contable y, por lo tanto, no se registra ni el impuesto al valor agregado”, dijo Rigoberto Borrego, académico de la UP.

Lo que significa que podría haber un tema de opacidad financiera o algo peor. “Este manejo de efectivo se puede prestar a muchas cosas. Hasta a temas de lavado de dinero. Uno no sabe realmente cómo es que están comercializando y se están surtiendo y se están comprando los productos que se venden aquí", mencionó Mario Di Costanzo, ex presidente de la CONDUSEF.

Así, en lugar de resolver problemas como el desabasto de medicinas, el gobierno pretende jugar al empresario, con tiendas que no resuelven el aumento de precios, y que ni siquiera aceptan su propia Tarjeta del Bienestar.