La crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado un nuevo punto crítico tras el asesinato de al menos 56 palestinos a manos del ejército de Israel cuando intentaban recoger paquetes de ayuda humanitaria. Los sobrevivientes relataron que, al acercarse para tomar los suministros, los soldados abrieron fuego, apuntando directamente a la cabeza y a los pies de las personas.
Este trágico hecho forma parte de un patrón creciente de violencia. En menos de un mes, 410 palestinos han muerto mientras buscaban alimentos e insumos básicos, según reportes de organismos internacionales. La situación se agrava con cada día que pasa, a medida que las condiciones dentro del enclave se deterioran y la asistencia no logra llegar a quienes más la necesitan.
La ONU advierte: toda la población de Gaza está en riesgo de hambruna
Desde Ginebra, representantes de Naciones Unidas lanzaron una alarma sin precedentes: “El cien por ciento de la gente está en riesgo de hambruna”, declaró una autoridad del organismo, generando profunda preocupación en la comunidad internacional hace un mes. De acuerdo con sus análisis, Gaza se ha convertido en el único territorio del planeta donde toda la población enfrenta peligro inminente de inanición.
El conflicto ha dejado a millones de personas atrapadas en un colapso humanitario, con recursos limitados y sin acceso constante a servicios básicos, alimentos o medicamentos. Las restricciones impuestas y los ataques sobre zonas civiles han complicado aún más la logística de distribución.
Obstáculos para el ingreso de ayuda pese a la reapertura del cruce fronterizo en Gaza
A pesar de reportes que indican que Israel habría autorizado el paso de cerca de 900 camiones de ayuda tras la reapertura del cruce de Kerem Shalom, menos de 600 han logrado descargar los suministros dentro de Gaza. La ONU denunció múltiples obstáculos operativos, incluyendo inseguridad en la zona, restricciones militares y la falta de condiciones logísticas internas que impiden una distribución eficiente.
Organizaciones internacionales insisten en la urgente necesidad de permitir el ingreso libre de ayuda humanitaria, sin condiciones ni interferencias. Mientras tanto, los ataques contra civiles que solo buscan sobrevivir siguen alimentando la crisis en una región sumida en devastación.