Una familia de la Ciudad de México (CDMX) fue víctima del llamado fraude inmobiliario. A través de redes sociales, los afectados encontraron la oferta de un departamento en 1 millón 400 mil pesos, un precio que consideraron accesible y realista para convertirse en dueños de su propio hogar.

El padre de familia relató que la confianza nació desde el inicio: “nos atendieron dos chicas, todo parecía muy formal”.

Un recorrido que parecía real para comprar un departamento

Los estafadores no se limitaron a mostrar fotos en internet. Llevaban a los interesados a conocer físicamente el inmueble, lo que reforzó la ilusión de que todo era legítimo.

La madre de familia compartió su experiencia: “Nos suben al departamento por el elevador, nos muestran las habitaciones y después nos bajan a las áreas comunes. Incluso nos ingresaron con un QR, todo parecía oficial”.

Con cada paso, la pareja y sus hijos se sentían más seguros de que estaban a punto de concretar la compra de su nuevo hogar.

El gancho: dinero adelantado para la compra del departamento

La estafa se consumó cuando los vendedores les pidieron 140 mil pesos para “apartar” el departamento, más otros 60 mil pesos para supuestos gastos notariales.

Al inicio todo parecía avanzar, pero con el tiempo, las personas que los atendieron comenzaron a desaparecer. El padre de familia explicó: “Dimos el dinero y avanzó el tiempo, pero ellas ya empezaron a desentenderse de la operación… ya no dieron rastros”.

La madre, resumió lo vivido entre lagrimas: “Llegar con tu familia y decirles: ¿qué creen?, que siempre no. Y además de eso, que te robaron”.

La denuncia por fraude inmobiliario

Con el sueño derrumbado, la familia presentó una denuncia formal por fraude inmobiliario. Ahora enfrentan un calvario judicial para intentar recuperar su dinero o que los responsables paguen por el engaño.

El abogado penalista Heriberto Range explicó que en muchos casos los compradores deben demandar el cumplimiento del contrato: “Se llega a decir: ya le pagué, pero no me ha firmado la escritura. Y muchas veces responden: es que no soy el propietario”.

Esto refleja el modus operandi de muchas estafas inmobiliarias, donde los supuestos vendedores ni siquiera son dueños del inmueble que ofertan.

Fraude inmobiliario: un delito en aumento

El caso de esta familia no es aislado. De acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2024 se iniciaron 113 mil 824 carpetas de investigación por fraude en México, mientras que solo en el primer semestre de 2025 ya suman 62 mil 171.

Estas cifras evidencian que el fraude es uno de los delitos más comunes en el país, con miles de familias afectadas cada año, muchas de las cuales jamás logran justicia.

Hoy, los afectados solo esperan que su caso no se convierta en uno más dentro de la larga lista de impunidad. Sueñan con que las autoridades den seguimiento a su denuncia y que los responsables enfrenten las consecuencias.