¿Por qué Trump participa en el conflicto entre Israel e Irán?

El conflicto entre Israel e Irán comenzó el 13 de junio de 2025, cuando el gobierno israelí lanzó una sorpresa conocida como Oreración Rising Lion, atacando a más de 100 objetivos estratégicos en el territorio iraní, pero ¿por qué el gobierno de Donald Trump está participando en este conflicto?

Tras varios días de ataques en el Medio Oriente, Estados Unidos se involucró directamente en el conflicto, apoyando a Israel con bombardeos B-2 contra sitios como Fordow, una instalación del programa nuclear iraní.

Trump quiso presentarse como un líder capaz de lograr la paz, justo cuando el enfrentamiento estaba a punto de salirse de control.

De acuerdo con información de agencias, Trump buscó ganar protagonismo internacional y demostrar que aún tiene influencia en temas importantes del mundo.

Además, de que Israel y Trump tienen una relación cercana desde su mandato, y él ha sido muy crítico con el gobierno iraní en el pasado.

El conflicto provocó una gran cantidad de víctimas civiles en ambos países, además de temor regional y alzas en los precios del petróleo por la amenaza al estrecho de Ormuz.

Organizaciones internacionales intentaron mediar sin éxito hasta que, este lunes 23 de junio, Donald Trump anunció un cese al fuego entre ambos países.

Según fuentes citadas por Reuters y AP, Israel buscaba frenar el avance del programa nuclear iraní, el cual estaba enriqueciendo uranio hasta niveles cercanos al grado armamentístico (60 %).

En respuesta, Irán lanzó una contraofensiva masiva con decenas de misiles balísticos y drones explosivos. Algunas de estas armas impactaron zonas urbanas de Israel, como Tel Aviv y Haifa, dejando varios muertos, numerosos heridos y destrucción de viviendas.

También se reportó un ataque iraní contra una base militar estadounidense en Qatar. Las fuerzas de defensa israelíes interceptaron muchos proyectiles, pero no todos, lo que generó una fuerte presión interna y militar para responder con mayor fuerza.

El enfrentamiento directo entre Israel e Irán marcó el punto más alto de tensión militar entre ambas naciones en décadas, con consecuencias geopolíticas importantes para Medio Oriente, Europa y EE.UU.

Aunque el alto al fuego ha detenido las hostilidades por ahora, el conflicto dejó claro que la región sigue siendo extremadamente volátil.