El sistema de elección de jueces que propuso el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a través de la Reforma Judicial , se utiliza desde hace más de una década en Bolivia y es un fracaso.
Bolivia lleva más de una década eligiendo directamente a sus máximas autoridades judiciales. Desde 2011, los ciudadanos acuden a las urnas para votar por los 28 cargos del Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura.
Pero, ¿cómo ha funcionado este sistema en la práctica? ¿Ha logrado acercar la justicia al pueblo o ha empeorado el sistema judicial en el país andino?
Sombras y más sombras: Elección de jueces podría politizar la justicia
La experiencia boliviana no ha estado exenta de controversias. Críticos señalan que la elección popular puede politizar la justicia, al someter a los jueces a las presiones de campañas electorales y a la búsqueda de popularidad. Además, se cuestiona si los ciudadanos tienen la información y el conocimiento necesarios para evaluar a los candidatos de manera objetiva.
Otro desafío es la falta de continuidad en la jurisprudencia, ya que los jueces son elegidos por periodos limitados y pueden ser reemplazados en cada elección. Esto puede generar incertidumbre y dificultar la consolidación de un sistema judicial sólido y predecible.
Virginia Velasco, exsecretaria de Justicia de Bolivia en la gestión de Evo Morales, en la que se realizaron los cambios en la elección de autoridades judiciales, considera que no es un buen camino.
“Ojalá no se equivoquen como en Bolivia nos hemos equivocado, y ahora de esos errores tenemos que corregir”, dijo Velasco en entrevista con Fuerza Informativa Azteca (FIA).
Las autoridades en un inicio aseguraban que se trataba de una conquista popular, pero con el paso del tiempo y los hechos, demostraron tropiezos y más tropiezos.
La exsecretaria y actual senadora de Bolivia aseguró: “Hubo mala preselección de candidatos y candidatas a las elecciones judiciales, a los altos cargos del órgano judicial, desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (Congreso), los diputados y senadores no respetaron esa meritocracia, autoridades que realmente sean probas (aptas) e idóneas, al menos para mí, ha fracasado las elecciones judiciales”.
“ Las elecciones judiciales , si bien ha sido una conquista del pueblo boliviano, que se incorpore en la nueva Constitución, pero no ha tenido éxitos, no ha tenido resultados, por esas malas autoridades desde la Comisión Mixta de Justicia, Comisión Mixta de Constitución desde la Asamblea Legislativa”, aseguró Velasco a Fuerza Informativa Azteca.
Descontento de la población, politización y corrupción
Las elecciones judiciales de 2017, en las que el voto nulo superó el 50%, fueron un claro reflejo del desencanto ciudadano. La falta de confianza en el proceso de selección de candidatos, la percepción de politización y la persistencia de la corrupción minaron la legitimidad de la reforma.
El expresidente Evo Morales, impulsor de la reforma, defendió el proceso y atribuyó el alto porcentaje de votos nulos a una campaña de boicot de la oposición. Sin embargo, la realidad es que la ciudadanía expresó su descontento con un sistema judicial que sigue siendo lento, ineficiente y vulnerable a presiones políticas.
Fuerza Informativa Azteca entrevistó Carlos D. Mesa, expresidente de Bolivia, y actual líder de la oposición.
“Lo que tenemos hoy, desde el 2011 aquí, es muchísimo peor en términos de calidad de justicia, en términos de igualdad de justicia, en términos de transparencia y equilibrio de justicia, que la mala justicia que ya teníamos antes”, dijo el exmandatario.
“Establecer una elección por voto popular del Poder Judicial, es una locura por su poca capacidad de realizarse adecuadamente”, aseguró Mesa.
México mira hacia el espejo boliviano: ¿Qué lecciones aprender de su Reforma Judicial?
México, al igual que Bolivia, busca fortalecer la independencia judicial, combatir la corrupción y garantizar el acceso a la justicia para todos los ciudadanos. La reforma propuesta plantea cambios profundos en la estructura y funcionamiento del sistema judicial, pero también genera interrogantes sobre su implementación y efectividad.
La experiencia boliviana nos recuerda que el camino y sistema de elección de jueces mediante voto ciudadano podría desencadenar una serie de problemas estructurales que complicarían aún más a salud de la justicia en México.
Las recomendaciones de las exautoridades coinciden:
“Que Mexico no cometa el error, que es un error dramático de ir a una elección por voto popular del Poder Judicial”, declaró Carlos D. Mesa, expresidente de Bolivia.
“Ojalá México no se equivoque, porque una vez equivocada después no quisiéramos que se pueda lamentar”, apuntó Virginia Velasco, exsecretaria de Justicia de Bolivia.
El futuro de la justicia en México está en juego y la mirada hacia el espejo boliviano podría ser clave para encontrar el camino correcto.