El país de las desapariciones: una madre y sus tres hijos fueron “levantados” en su propia casa

Desaparece familia en Mazatlán y sacude a Sinaloa. Erika Gabriela Cardoza Guevara, de 40 años, y sus tres hijos —Fátima Jazmín (25), Alondra Jaquelín (21) y Erik Gabriel (14)— fueron reportados como desaparecidos el pasado miércoles 18 de junio en la colonia Infonavit Jabalíes, tras ser forzados a salir de su casa por sujetos desconocidos, según confirmó la Secretaría de Seguridad Pública del estado.

Los hechos ocurrieron dentro del domicilio familiar y, hasta ahora, no hay indicios del paradero de ninguno de los cuatro. Familiares presentaron la denuncia un día después, el 19 de junio, ante el Ministerio Público, lo que activó de inmediato los protocolos de búsqueda: Protocolo Alba para las mujeres y Alerta Amber para el adolescente.

Las autoridades difundieron detalles físicos para facilitar la búsqueda. Erika, la madre, mide 1.50 metros, tiene complexión delgada, tez morena clara y cabello castaño oscuro. Como señas particulares, posee un lunar detrás de la nuca, un tatuaje de sol y luna en una pantorrilla y dos mariposas tatuadas en el pecho.

Fátima, la hija mayor, tiene un tatuaje de atrapasueños en la pierna izquierda y otro con tres elefantes en el pecho. Su hermana Alondra lleva una cadena de espinas en la pierna, una fecha tatuada (29/12/2003) en el brazo y un corazón con la letra “G” en el antebrazo.

Erik Gabriel, de 14 años, es el más joven de la familia y, por su edad, su desaparición se considera de alto riesgo.

El caso no es aislado. Desde septiembre de 2024, Sinaloa vive una escalada de violencia, particularmente en Culiacán, tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada. Enfrentamientos entre grupos delictivos como Los Mayos y Los Chapos paralizaron actividades en escuelas, comercios y comunidades rurales.

Entre septiembre de 2024 y mayo de 2025, se reportaron 1,333 desapariciones en la entidad, lo que equivale a cinco personas desaparecidas por día. Mazatlán no ha sido la excepción.

En abril pasado, tres jóvenes originarios de Querétaro desaparecieron tras vacacionar en la zona. Sus familias aún los buscan. “Ya no somos libres de conocer el país”, expresó la madre de uno de ellos.

Mientras la Fiscalía General del Estado de Sinaloa mantiene los protocolos activos, familiares de Erika y sus hijos viven una pesadilla compartida con cientos de víctimas más. No hay demandas públicas de rescate ni rastros visibles; solo la esperanza de encontrarlos con vida.

En una entidad donde la violencia crece y la impunidad se mantiene, cada desaparición suma a la estadística, pero sobre todo, deja familias rotas que exigen verdad y justicia.

Las calles están tapizadas de carteles, son más de 124 mil desaparecidos oficialmente de norte a sur. Mayo de 2025 fue el peor mes con mil 398 casos.