Zitácuaro conmocionado: una madre herida, un hijo muerto y un municipio silenciado
Brenda iba con sus tres hijos cuando quedó en medio de un tiroteo; su hijo de 5 años murió y ella lucha por su vida en un hospital de Morelia.
El municipio de Zitácuaro, Michoacán, vivió una tarde de terror este jueves 18 de junio, cuando un enfrentamiento armado entre criminales y policías dejó como saldo la muerte de un menor de 5 años, además de varias personas heridas, entre ellas su madre y hermanas.
La víctima fatal fue Evan, un niño de tan solo cinco años que viajaba con su madre Brenda y sus dos hermanas, tras salir de la escuela. La familia se dirigía a casa cuando quedó en medio del fuego cruzado. Brenda fue alcanzada por seis disparos, en el brazo y la espalda. Hoy lucha por su vida en el Hospital Regional de Morelia, mientras una de sus hijas continúa internada en Zitácuaro. La otra menor ya fue dada de alta.
Brenda, símbolo del costo civil de la violencia criminal
El caso de Brenda ha puesto rostro a los civiles atrapados en la violencia del crimen organizado. Su familia, devastada, no ha querido dar declaraciones por temor a represalias, lo que refleja el clima de silencio y miedo que domina la región. La calle donde ocurrió el tiroteo permanece cerrada, y vecinos reportan presencia militar y policiaca reforzada, pero pocas respuestas.
Según los primeros reportes, el ataque habría sido consecuencia de un operativo dirigido contra William Edwin Rivera Padilla, alias “El Barbas”, supuesto jefe regional del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El operativo no logró capturas, pero sí decomisos: armas largas, granadas, más de 500 cartuchos útiles y drogas.
Zitácuaro: entre dos fuegos y con saldo rojo
Aunque el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que “Zitácuaro ya está en calma”, la realidad en las calles contradice ese discurso. Comercios cerrados, clases suspendidas y un ambiente tenso son parte del día a día en un municipio en disputa entre el CJNG y La Familia Michoacana.
La ausencia de detenidos tras el enfrentamiento y la muerte de un niño han encendido la indignación de habitantes que, aunque temen hablar, exigen justicia y paz en una zona que desde hace meses sufre violencia constante, operativos fallidos y presencia criminal permanente.