La demolición total del ala este de la Casa Blanca fue ordenada por el presidente Trump para dar paso a la construcción de un nuevo y más grande salón de baile estatal.

El presidente argumentó que la construcción necesitaba un espacio más adecuado y de mayor capacidad -se proyecta para unas 900 a mil personas- para albergar cenas de Estado y grandes eventos oficiales, que actualmente se realizan en carpas.

Detalles de proyecto

Inicialmente, se dijo que solo se demolería una pequeña parte, pero el presidente Trump confirmó que se demolería el ala este por completo.

El costo estimado del proyecto ha variado, pero se sitúa alrededor de 300 millones de dólares.

La Casa Blanca ha insistido en que el proyecto será financiado con fondos privados provenientes de “generosos patriotas y magníficas empresas,” y no con dinero de los contribuyentes.

¿Qué había en el ala este de la Casa Blanca?

El ala este era la sede principal de las oficinas del personal de la Primera Dama de Estados Unidos. Desde allí se coordinaban sus iniciativas, agenda, correspondencia y actividades.

Esta ala era el principal punto de acceso y entrada para las visitas públicas, incluyendo los tours. Los visitantes solían pasar por el vestíbulo y el pasillo de la columnata que conectaba con la Residencia Ejecutiva.

Aunque el ala este original fue añadida en 1902 durante la presidencia de Theodore Roosevelt, la estructura que fue demolida recientemente fue una adición significativa construida durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942, para servir como refugio y puesto de mando en caso de ataque aéreo.

Críticas por la demolición

Los demócratas han señalado una falta de transparencia y la ausencia de los procesos legales y de revisión pública que normalmente se exigen para proyectos de esta magnitud en sitios históricos.

La demolición se ha criticado por ocurrir en medio de tensiones presupuestarias y mientras se cuestiona el uso de donaciones privadas de grandes corporaciones, lo que genera preocupaciones éticas sobre el acceso al gobierno.

El National Trust for Historic Preservation expresó su preocupación de que la nueva construcción, con sus grandes dimensiones, “pueda abrumar a la propia Casa Blanca y alterar permanentemente el diseño clásico cuidadosamente equilibrado” de la mansión presidencial.

¿Están manipulando a nuestros estudiantes? El debate sobre libros de texto