¿A dónde vamos después de morir? Así concebían la muerte en el México prehispánico

En el México prehispánico, se creía que el alma de los difuntos iba a 4 distintos lugares sagrados, según la forma en que morían; esto dicen los expertos.

Escrito por: Iveth Ortiz

Con información de: Itzel García

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¿Cómo se representaba a la muerte en el México prehispánico? | Chat GPT: Representación del Mictlán

Desmitificar los mitos sobre la muerte en la cultura del México prehispánico es el principal objetivo del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, quien en su conferencia magistral “La muerte en el México Prehispánico” explora las creencias que rodean los ritos funerarios de las antiguas civilizaciones.

El destacado investigador, ganador del Premio Princesa de Asturias en 2022, explica que la muerte no era el final absoluto, sino una transición hacia otro plano; una concepción que hasta el día de hoy perdura entre las creencias religiosas.

¿Cómo se entendía la muerte en el México prehispánico?

En el México prehispánico, la muerte era entendida como una dualidad constante entre la vida y el renacer. De acuerdo con el arqueólogo mexicano, los pueblos de la época no se resignaban a la idea de morir y buscaban consuelo en la creencia de que sus espíritus irían a otros destinos sagrados.

La manera de morir era determinante para que el espíritu llegara a cierto lugar, según Matos Moctezuma, las almas de los fallecidos viajaban en cuatro puntos cardinales:

  • El Mictlán: Este era el destino de aquellos que morían por causas naturales u otras circunstancias no heroicas. Los difuntos enfrentaban un largo viaje de cuatro años para encontrarse con Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, el señor y señora de la muerte
  • Tlalocan: Los que fallecían por ahogamiento, eran llevados al Tlalocan, el paraíso del dios Tláloc, deidad de la lluvia; donde los espíritus gozaban de un descanso eterno entre la fertilidad y vegetación.
  • El sol: Este era el destino de guerreros y mujeres que morían en parto. Los hombres se unían al dios del sol Huitzilopochtli, acompañándolo en su trayecto diurno. Mientras que las mujeres fallecidas en parto, consideradas guerreras por haber dado vida, también acompañaban al sol en su viaje.
  • Chichihuacuauhco: Según el Códice Vaticano A, los niños pequeños que morían iban a un árbol nodriza llamado Chichihuacuauhco, donde sus almas se alimentaban de la savia en espera de un renacimiento en el futuro.

¿Cómo se representaba a la muerte a través de los códices?

La muerte era representada en los códices prehispánicos como una dualidad entre ciclos naturales, como el movimiento del sol, que al ocultarse en el poniente atravesaba el inframundo para resurgir al oriente; una simbología que reafirma la creencia en la continuidad de la vida.

“Lo que determina la muerte en los pueblos prehispánicos es la manera en la que ocurrió y la esperanza de ir a algún lugar después de ella, no pensar en el final, sino en la continuación”. Relata el arqueólogo Eduardo Matas Moctezuma.

De igual forma, en los códices se puede encontrar que aunque en la cosmovisión prehispánica la muerte se entendía como un rito de paso, las prácticas funerarias no se representaban de la misma forma en todas las culturas.

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