“Sin ellos no hay Navidad”: Colectivos en Tamaulipas instalan pino de personas desaparecidas
Decenas de familias vivirán una Navidad marcada por la ausencia de sus seres queridos ante la ola de desapariciones que existe en Reynosa, Tamaulipas.
Con el mensaje “Sin ellos no hay Navidad”, integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas marcharon por las calles de Reynosa, Tamaulipas , para visibilizar el dolor que acompaña la ausencia de sus hijos, hermanas o madres.
A manera de protesta y frente al árbol navideño instalado por las autoridades con un costo de 1.8 millones de pesos, las madres colocaron su propia versión: un pino decorado con las fotografías de sus familiares desaparecidos, como un símbolo de una herida que sigue abierta en miles de hogares tamaulipecos.
“Hasta encontrarlos”: Crisis de desapariciones en Tamaulipas
Durante la marcha, los familiares, entre lágrimas, compartieron el profundo dolor de no tener noticias de sus seres queridos y enfrentarse, una vez más, a otra Navidad con una silla vacía en sus hogares.
Edilberto García Ramírez, desaparecido en 2019 a la edad de 21 años, es uno de los nombres que resuenan en esta protesta; su madre, quien ha dedicado años a buscarlo, expresó con voz entrecortada:
“Llegó de trabajar a las 7:30, luego salió mi hijo y ya no regresó. Yo sigo buscándolo hasta que lo encuentre. Le pido mucho a Dios que me lo traiga,” narró para micrófonos de Fuerza Informativa Azteca (FIA).
Historias como la de Edilberto se replican en la entidad, ante una incipiente justicia, que parece nunca llegar. Según datos del colectivo Amor por los Desaparecidos, al cierre de 2024, Tamaulipas sigue acumulando cifras alarmantes de desapariciones, acumulando casi 20 mil casos.
Colectivos de personas desaparecidas colocan el pino “Fe y Esperanza” en Tamaulipas
La protesta de este lunes 23 de diciembre se llevó a cabo justo frente al monumental árbol de Navidad financiado por el gobierno local, debido a que no solo representa un derroche de recursos, sino una falta de empatía ante la violencia e inseguridad que azota la región.
“Muchas veces quieren tapar esta alta ola de violencia con decoraciones y festividades, pero quienes sufren somos las familias de los desaparecidos. Necesitamos que Reynosa y sus autoridades se sensibilicen y entiendan lo que está pasando día con día”, comentó una de las madres presentes.
El contraste entre el lujo del pino oficial y el modesto árbol de los colectivos no podría ser más evidente. Mientras uno brilla con luces y adornos, el otro lleva rostros, nombres y fechas que narran historias de vidas truncadas.
“Le puse que lo extrañamos, hijo. Tus hermanos y tu mamá. Esto es para mi hijo Jaziel. El 1 de junio salió a entregar unos productos que vendía y ya no regresó”, relató Diana, una de las asistentes de la marcha.
Para estas familias, Navidad y Año Nuevo simboliza más que nunca el dolor de la ausencia, por lo que más que un adorno, el pino es un grito de justicia, un símbolo de resistencia y una invitación a no olvidar a quienes la violencia se los ha llevado.