La fe volvió a mover a miles en Chiapas, a pesar de un año marcado por la violencia y la delincuencia en la región Frailesca; razón por la que obligó a suspender el recorrido tradicional de la Magna Peregrinación Villaflores–Tuxtla.

Este 2025 volvió a salir el contingente desde su punto de origen, retomando los casi 60 años de tradición que la caracterizan. Pero antes que todo, se encomendaron a Dios en tiempos de guerra.

Más de diez mil peregrinos emprendieron la ruta que dura tres días completos, avanzando desde Villaflores hasta la capital chiapaneca. Para muchos, volver a recorrer el tramo original no solo es un acto de fe, sino una manera de recuperar la confianza en medio de un estado golpeado por el crimen organizado.

¿Por qué se había suspendido la peregrinación tradicional?

En 2024, los fieles tuvieron que modificar su trayecto ante el temor a hechos violentos registrados en la zona. Grupos criminales disputaban territorio en la Frailesca, lo que obligó a los organizadores a recortar un día de camino y evitar los puntos considerados más peligrosos.

“Este año ya la peregrinación va a salir de Villaflores, tradicionalmente el recorrido completo… el año pasado recortamos un día por la inseguridad que había en esa zona” recordó Manuel Zebadúa, tesorero de la Magna Peregrinación.

Sin embargo, para esta edición, la organización consideró que las condiciones permitían retomar la ruta completa, siempre y cuando existiera acompañamiento oficial durante todo el trayecto.

Peregrinos piden apoyo de autoridades por la violencia en Chiapas

Aunque la fe los impulsa, los dirigentes reconocen que no pueden bajar la guardia. En los últimos días, se registraron actos violentos en Villaflores, lo que motivó a solicitar apoyo a las autoridades estatales.

“Hicimos la invitación a Policía Estatal, Sectorial y Tránsito, tanto de Villaflores como de Tuxtla, para que nos acompañen en todo el camino”, explicó Zebadúa.

Para muchos peregrinos, esta caminata es una herencia familiar. Iván, uno de los participantes, compartió emocionado: “Los iniciadores fueron mis papás, mis abuelos… nos inculcaron desde niños y así venimos siempre, contentos, al mil. Lo esperamos cada año, la peregrinación más hermosa que puede haber”.

A las primeras horas del 10 de diciembre, el contingente inició su recorrido entre cantos, rezos, antorchas y la convicción de que la Virgen los acompaña. La meta es llegar al mediodía del 12 de diciembre al templo guadalupano de Tuxtla Gutiérrez, donde serán recibidos con celebraciones.

Pese al miedo, los fieles aseguran que “la Virgen de Guadalupe los cuida en su peregrinar”. Y este 2025, más que nunca, caminar se convirtió en una manera de recuperar el territorio y la esperanza.