Cuatro expolicías de Puebla fueron detenidos, acusados no solo de proteger a grupos del crimen organizado, sino de estar presuntamente implicados en agresiones y homicidios contra sus propios compañeros. La captura se realizó como parte de un operativo federal y estatal de gran calado denominado “Operación Cofradía”.

Los detenidos, identificados como Diego “N”, Lucero “N”, José Manuel “N”, Ismael “N”, ya contaban con órdenes de aprehensión y, según las investigaciones, formaban una red de infiltración que operaba desde dentro de las corporaciones para beneficiar a la delincuencia.

‘Operación Cofradía': Capturan a cuatro en red de corrupción policial en Puebla

Tras meses de labores de inteligencia, un despliegue coordinado entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), entre otras agencias, permitió la ubicación y captura de los cuatro exfuncionarios.

La “Operación Cofradía” fue diseñada específicamente para desarticular estas células de corrupción que, según las autoridades, no solo filtraban información sensible, sino que activamente saboteaban el trabajo policial para garantizar la impunidad de los grupos criminales con los que colaboraban.

El ‘modus operandi’ de los expolicías asesinos de Puebla

Las acusaciones contra los expolicías detenidos son de la más alta gravedad. De acuerdo con los datos de prueba recabados, su presunta labor delictiva abarcaba varios niveles:

  • Protección e Información: Se presume que alertaban a los delincuentes sobre operativos, rutas de vigilancia y acciones de las fuerzas del orden.
  • Obstrucción de la Justicia: Boicoteaban investigaciones relacionadas con delitos de alto impacto como homicidios y distribución de droga para desviar la atención o destruir evidencia.
  • Agresión a Compañeros: La acusación más grave es su presunta participación en agresiones y asesinatos de otros policías en la entidad, eliminando a aquellos que no colaboraban o que representaban una amenaza para sus actividades ilícitas.

Los cuatro exagentes fueron puestos a disposición de la autoridad judicial correspondiente, donde un juez determinará su situación jurídica en las próximas horas. Podrían enfrentar cargos relacionados con la delincuencia organizada y homicidio, entre otros delitos.