La organización de los Récords Mundiales Guinness anunció que suspendió por el momento y además abrió una investigación tras la muerte de Bobi, el cual era considerado el perro más viejo de la historia.
El canino falleció en octubre pasado a los, supuestamente, 31 años y 165 días de edad. La mascota vivía en Portugal y su raza Rafeiro do Alentejo, usada típicamente para cuidar ovejas, tiene un rango de vida de entre 12 a 14 años.
En un inicio, la edad de Bobi quedó confirmada por el Servicio Médico Veterinario del Municipio de Leira, en Portugal, los cuales señalaron que el perro había sido registrado en 1992 y una base de datos de mascotas del gobierno de dicho país, llamada SIAC, había verificado esa fecha, según los Récords Mundiales Guinness .
Sin embargo, un vocero de la organización de los Récords confirmó a la agencia de noticias Reuters que este logro estaría en revisión.
“Mientras nuestra revisión está en curso, hemos decidido suspender temporalmente las solicitudes, tanto para los títulos del récord de perro más viejo vivo como para el perro más viejo, hasta que hayamos ordenado nuestros hallazgos y hayan sido comunicados”, señaló el vocero de los Récords Guinness.
¿Qué dijo el dueño de Bobi?
Leonel Costa, dueño de Bobi, expresó en un comunicado que un grupo de veterinarios quiere compartir la idea de que su mascota no era la más vieja y alegó que ello se debe a que están inconformes porque el canino era alimentado con “comida humana” en lugar de alimento para mascotas, situación contraria a lo recomendado por los especialistas.
“Todo sería diferente si hubiéramos dicho que él (Bobi) comió alimentos para mascotas durante tres décadas”, alegó Costa y añadió que cumplió con todos los requisitos que pidió la organización de los Récords Mundiales Guinness. Afirmó que nadie de dicho grupo lo ha contactado.
Mientras que la organización aseveró que la suspensión del récord aún no es definitiva y que cualquier acción estaría sujeta al resultado de la investigación en curso.