La tarde del martes 14 de enero, un nuevo hecho violento estremeció a Chilpancingo, Guerrero . A plena luz del día y frente a decenas de personas, sujetos armados ejecutaron a Raúl Augusto Gracida, excoordinador de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal.
Cabe recordar que Raúl Augusto, ocupó este cargo durante la administración de Norma Otilia Hernández , exalcaldesa señalada en 2023 por presuntamente reunirse con un narcotraficante dentro de un restaurante.
¿Qué se sabe del asesinato de Raúl Augusto Gracida?
El ataque sucedió alrededor del mediodía, cerca de la avenida Miguel Alemán y la calle Pedro Ascencio, a escasos metros del Palacio Municipal, donde sujetos interceptaron a Raúl Augusto Gracida y le dispararon a quemarropa, dejándolo tendido sobre el pavimento.
De acuerdo con los primeros reportes, la víctima, de aproximadamente 40 años, murió en el lugar, por lo que elementos de seguridad acudieron de inmediato para acordonar la zona e iniciar las investigaciones.
Durante el operativo, las autoridades cerraron las avenidas principales de Chilpancingo, y así poder realizar el levantamiento del cuerpo.
Ataque contra Raúl Augusto Gracida deja otra víctima
Durante el ataque, una persona más resultó herida de bala. Según testimonios, el herido tuvo que trasladarse por sus propios medios a un hospital, ya que la emergencia desató el caos en la zona.
Este asesinato refleja la compleja situación que enfrenta Guerrero, una violencia que no respeta cargos ni jerarquías y ocurre a plena vista de todos; un ejemplo de esto es el caso de Alejandro Arcos Catalán , entonces alcalde de Chilpancingo, quien fue asesinado el domingo 6 de octubre de 2024.
¿A qué se debe la violencia en Chilpancingo?
La ciudad de Chilpancingo enfrenta una grave crisis de violencia, marcada por una ola de asesinatos y desapariciones que han sacudido a la región.
Según reportes, estos hechos tienen su origen en una violenta disputa entre dos grupos criminales conocidos como: “Los Ardillos” y “Los Tlacos”.
Estas organizaciones se disputan el control de la capital para llevar a cabo actividades ilícitas como el narcomenudeo, el cobro de piso, el secuestro, la extorsión y el control del transporte
La lucha por el dominio territorial ha intensificado la inseguridad en la zona, dejando a la población atrapada en medio de un conflicto que parece no tener fin.