La noche de este martes, elementos de la Fiscalía General del Estado de Tabasco aseguraron la residencia de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública del estado, ubicada en el fraccionamiento Campestre de Villahermosa. El inmueble se encontraba vacío al momento del operativo, por lo que no se ejecutó el cateo previsto y únicamente se procedió a su aseguramiento.

Según fuentes policiales, esta propiedad no solo pertenece al exfuncionario, sino que fue escenario de un intento de ejecución en su contra. El 22 de diciembre de 2023, Bermúdez habría sostenido una reunión con líderes del grupo criminal La Barredora, en la que, tras un desacuerdo, intentaron asesinarlo. Ese episodio marcó un punto de quiebre en el control interno de la organización criminal y en la situación de seguridad del estado.

De jefe policial en Tabasco a fugitivo vinculado con el crimen organizado

Desde febrero de 2025, pesa sobre Bermúdez una orden de aprehensión por presuntos vínculos con La Barredora, grupo dedicado al robo de combustible, extorsión, secuestro y trata de personas. Investigaciones apuntan a que, durante su gestión, no solo protegió a la organización sino que operó como su líder de facto, coordinando desde su oficina a los principales cabecillas regionales.

Reportes de la Secretaría de la Defensa —filtrados por Guacamaya Leaks en 2022— ya lo relacionaban desde 2021 con el crimen organizado. Uno de esos informes revela que permitió a un operador apodado “El Pantera” tomar control de los municipios de Cárdenas y Huimanguillo.

A pesar de este historial, durante su tiempo en el cargo no se inició ninguna investigación formal en su contra, situación que muchos atribuyen a su cercanía con figuras políticas de alto nivel, como Adán Augusto López, exgobernador y actual líder de Morena en el Senado.

Contexto: ¿Quién protegía a Hernán Bermúdez?

El caso de Hernán Bermúdez vuelve a colocar en el centro del debate a Adán Augusto López y al exgobernador interino Carlos Manuel Merino. Bermúdez fue designado por el primero y continuó en su puesto durante la gestión del segundo. Aunque renunció en 2024 sin ofrecer explicaciones, la ola de violencia en Tabasco y los recientes arrestos de líderes criminales de La Barredora confirman que el grupo operaba con apoyo desde el poder.

Recientemente, May, una figura clave en el gabinete federal, insinuó que tanto Adán Augusto como Merino tienen mucho que explicar sobre el crecimiento de esta organización criminal durante sus administraciones. Aunque el comentario generó tensión en Palacio Nacional, también evidenció una fractura interna en el oficialismo.