Elizabeth Francis, reconocida como la persona más longeva de Estados Unidos, falleció el martes en Texas a los 115 años. Su vida, llena de momentos históricos y personales, dejó una profunda impresión en quienes la conocieron y en aquellos que siguieron su asombroso recorrido.
Conocida por ser la tercera persona más anciana del mundo, se convirtió en un símbolo de resistencia y asombro. Su longevidad fue registrada por LongeviQuest, una base de datos internacional dedicada a las personas de mayor edad en el planeta.
Más allá de su edad, su historia invita a reflexionar sobre los misterios de la vida y los secretos de una existencia tan larga. ¿Qué significa vivir más de un siglo? La historia de esta mujer seguirá inspirando a generaciones, lo que recuerda el valor de cada momento vivido.
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¿Cómo fue la vida en Texas de la mujer más adulta del país?
Elizabeth Francis, quien nació el 25 de julio de 1909, fue testigo de eventos históricos que abarcaron dos siglos y vivió bajo el mandato de 20 presidentes estadounidenses, comenzando con William Howard Taft. Pese a que su vida empezó en Luisiana, fue en Houston donde realmente dejó su huella.
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A los 11 años, tras la muerte de su madre, Francis se mudó a la ciudad y fue acogida por su tía y separada de sus cinco hermanos. Desde entonces, el Estado de la Estrella Solitaria se convirtió en su hogar permanente.
A lo largo de su vida, Francis nunca condujo un coche. Durante las décadas de 1970 y 1980, dirigió la cafetería de una estación de televisión local, donde muchos recuerdan su energía y dedicación. Vivió acompañada por su hija de 95 años, Dorothy, y su nieta, con quienes formó una familia multigeneracional bajo un mismo techo.
¿Qué hábitos recomendó la mujer más longeva de EU?
Si bien la longevidad puede estar influenciada por la genética, llevar una vida saludable y feliz puede marcar una gran diferencia. Aquí te compartimos algunos hábitos que pueden ayudarte:
- Mantén una alimentación balanceada: opta por una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Una buena nutrición es clave para la salud a largo plazo.
- Ejercicio regular: no necesitas entrenar como un atleta, pero actividades diarias como caminar o hacer yoga pueden mejorar tu bienestar físico y mental.
- Crea conexiones significativas: las relaciones sociales saludables pueden reducir el estrés y mejorar tu calidad de vida.
- Desarrolla una actitud positiva: el optimismo y la gratitud están vinculados a una vida más plena y feliz. ¡La forma en que afrontas la vida importa!
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Siguiendo el ejemplo de Elizabeth Francis, que vivió más de un siglo rodeada de sus seres queridos, se puede aspirar a una vida plena y larga, llena de vitalidad y momentos compartidos. Así, como ella lo hizo en Texas.