Después de ver una fotografía de un misterioso objeto cilíndrico hallado en la región de la Costa Perdida del condado de Humboldt, en California, arqueólogos marítimos se contactaron con la persona que lo encontró para investigar de qué se trataba y coincidieron en que era una pieza histórica, posiblemente del siglo XIX.
El arqueólogo e historiador James Delgado, en diálogo con el medio SFGATE, confirmó que se trata de una caldera escocesa utilizada para impulsar goletas de vapor en barcos que alguna vez estuvieron a lo largo de la costa oeste hasta el año 1900 aproximadamente. Estos buques se encargaban de transportar madera y productos agrícolas desde el norte del Estado Dorado hasta San Francisco y, además, trasladaban pasajeros antes de la invención de las autopistas.
Te puede interesar: Este pueblo de California a dos horas de San Francisco tiene una peculiaridad que atrae a los turistas
Trayectoria y vida del arqueólogo mexicano Leonardo López Luján
Según Delgado, āreaparecerán restos de naufragiosā a lo largo de la costa de Humboldt. āEsto no es sorprendente, ya que alguna vez fue un corredor bulliciosoā, sumó. Asimismo, explicó que posiblemente la caldera en el área de la Costa Perdida llegara al lugar o emergiera de la arena, aunque āes difícil saberloā. De cualquier manera, este hallazgo āofrece una emocionante oportunidad de conectarse con el pasadoā.
La importancia de los barcos en California
Los puertos de Estados Unidos fueron una de las máximas entradas de mercadería, turistas y personas que llegaron al país para instalarse definitivamente. Particularmente los finales del siglo XIX fueron una época en la que los marineros viajaban por todo el territorio, pero el norte de California era un epicentro industrial lleno de muelles, conocidos como dogholes.
Te puede interesar: Este pueblo pequeño de Texas entre Houston y San Antonio y con muy pocas personas es uno de los mejores para vivir
El arqueólogo e historiador explicó que se llamaron āpuertos para perrosā "porque eran tan pequeños que solo este animal podía entrar y salirā. Fort Ross y Sea Ranch, por ejemplo, fueron algunos de los muchos centros que alguna vez estuvieron dispersos a lo largo de la escarpada costa del norte del estado. āEs divertido cuando aparecen objetos como estos porque le dan a una nueva generación o a un nuevo explorador la oportunidad de aprender másā, dijo.