Aquí está la prueba viviente de que no solo los humanos pueden ser dramáticos y esto nos lo demuestra este tierno perrito que estaba un poco enfermo y su responsable dueña lo tuvo que llevar al veterinario. Al pequeño perruno le tenían que poner una inyección para ayudar a mejorar su salud, pero en cuanto la aguja lo tocó, empezó a gritar como si le estuvieran haciendo un terrible daño, así que la veterinaria tuvo que esperar un par de segundos para que se le bajara el berrinche y poder vacunarlo.
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Finalmente lograron el objetivo, pero el pobre perrito se llevó un piquete doble por andar de panchero. Después de ese momento tan difícil para el cachorrito, la veterinaria y su dueña lo llenaron de amor para poder aliviar más rápido ese dolor que vivió por unos cuantos segundos que seguramente para el perruno fueron horas de sufrimiento. Así que podemos decir, que no solo niños y adultos les tienen un gran temor a las inyecciones, sino que hasta en el mundo animal existen los dramas al recibir una de ellas.
— NO CONTEXT ANIMALS 🐾 (@AnimalNoContext) March 15, 2023