Quintana Roo está lleno de lugares increíbles, pero pocos maravillan tanto como sus cenotes: auténticos espejos de agua cristalina que cada año cautivan a miles de viajeros. La mezcla entre la vegetación que los rodea y la transparencia del agua crea escenarios tan perfectos que parecen salidos de una postal tropical.
Por eso, si quieres disfrutar de estas joyas naturales, vale la pena conocer el pueblo que alberga algunos de los cenotes más impactantes de la región. Para llegar a esa elección, recurrimos nada menos que a la inteligencia artificial: ChatGPT nos ayudó a identificar el destino que no te puedes perder.
Y aunque no existe un solo sitio que pueda proclamarse como el absoluto “mejor lugar” para ver cenotes—pues el estado está repleto de rincones sorprendentes—, al analizar las opciones la IA terminó inclinándose por Tulum. "Su gran variedad, su fama internacional y la accesibilidad a cenotes icónicos lo convierten en la opción más sólida", resalta la aplicación.
¿Cómo se forman los cenotes en México?
Según Cenotes.org, los mismos se formaron México se formaron hace millones de años gracias a la roca caliza de la península de Yucatán, que es tan porosa que el agua de lluvia la va “comiendo” poco a poco. Con el tiempo, esa erosión crea cuevas y túneles subterráneos enormes, y por eso hoy el país está lleno de cenotes de todos los tamaños y colores, cada uno más vistoso que el otro.
Eventualmente, algunas de esas cavernas se derrumban y dejan al descubierto el agua que estaba escondida debajo. Así nacen los cenotes abiertos; otros mantienen parte del techo y se convierten en semiabiertos o tipo cueva, cada uno con su propia magia.
Y para rematar, durante la última Era de Hielo muchas cuevas estaban secas y formaron estalactitas increíbles. Cuando el nivel del mar subió y todo se inundó, nacieron esos cenotes espectaculares que hoy enamoran a cualquiera que se acerque.
¿Qué se puede hacer en los cenotes de Quintana Roo?
En los cenotes de Quintana Roo puedes hacer mucho más que solo darte un chapuzón. Tal como menciona Lonely Planet, son lugares perfectos para refrescarte después del calor de la selva, flotar en agua cristalina y sentir que estás en un oasis natural. Cada cenote tiene su propio encanto: algunos son abiertos y llenos de luz; otros, más cerrados, te envuelven en una vibra misteriosa y tranquila.
En zonas como Tulum, la experiencia se vuelve todavía más especial porque hay cenotes conectados a enormes sistemas subterráneos donde puedes explorar formaciones rocosas que parecen de otro planeta. Es el sitio ideal para quienes quieren mezclar naturaleza con un toque de adrenalina.
Y si prefieres un plan relajado, también puedes pasar la tarde descansando en terrazas de madera, tomando el sol o simplemente admirando el paisaje. Algunos cenotes cuentan con áreas para picnic o restaurantes cercanos, así que puedes convertir la visita en una escapada completa.