La Blade Battery utiliza tecnología de litio-hierro-fosfato (LFP), reconocida por su alta estabilidad térmica y durabilidad. Este tipo de batería ha demostrado una mayor resistencia frente a situaciones extremas, reduciendo riesgos asociados al sobrecalentamiento.

Además de la seguridad, su diseño permite un mejor aprovechamiento del espacio dentro del vehículo. La integración estructural de la batería contribuye a una mayor rigidez del chasis y a una optimización de la autonomía.

Con esta innovación, BYD demuestra que el avance tecnológico puede ir de la mano con la confianza del usuario, impulsando una adopción más sólida de los vehículos eléctricos.