Cada día se pone más intensa la charla en El Otro Lado de los Realities, el en vivo digital donde los exsobrevivientes de Survivor México se sueltan el pelo y nos muestran su versión más humana y a veces, la más turbia. Y es que si creías que lo habías visto todo en la pantalla, esta nueva confesión te va a dejar con la boca abierta y no de hambre.
Esta vez fueron Duggan, Julieta y Chicken quienes decidieron hablar sin filtros sobre uno de los aspectos más duros y menos contados del reality: el hambre extrema.
Participar en un reality como Survivor México no es cualquier cosa. Más allá de los retos físicos o el drama entre tribus, lo verdaderamente complicado es sobrevivir al día a día sin comida. Todo se gana, y mientras no haya victoria, hay vacío, en el estómago.
La conversación comenzó con un inocente comentario de Chicken:
“A veces hasta buscas comida en la basura…"
Y fue ahí donde Duggan quedó expuesta. Sin titubeos, ella reveló una historia que dejó a todos con los ojos abiertos: en un momento de desesperación, junto a otro ex sobreviviente, se escapó de la producción para hurgar en un lugar donde sabía que antes había pasado gente con comida. Tal cual, como mapaches rebuscando entre las sobras, tratando de encontrar algo que los ayudara a sobrevivir otro día.
Julieta y Chicken no tardaron en sumarse al testimonio y aceptaron que el mayor reto dentro del show no es ni la estrategia ni los conflictos sino soportar el hambre día tras día, lo cual mina la energía, el ánimo y hasta el juicio.
Con anécdotas como esta, El Otro Lado de los Realities demuestra que lo que vemos en televisión es solo una parte del infierno que viven los participantes. Detrás de cada competencia y cada tribal, hay noches de frío, días sin comer y decisiones desesperadas que harían que cualquiera rompa las reglas.
