¿Qué se sabe del chef Poncho Cadena? 4 datos curiosos que la mayoría no conoce

Poncho Cadena no es solo un chef con estilo excéntrico y bigote memorable: es un cocinero de cuarta generación que lleva la hospitalidad en la sangre. Nació en Hermosillo, Sonora, y su vida ha girado siempre en torno a la cocina, entre cenas familiares, fogones profesionales y ahora cámaras de televisión.

Desde muy joven supo que lo suyo era cocinar, no desde la academia, sino desde la experiencia: acompañando a su papá al mercado, aprendiendo sabores de su mamá —al estilo “Agua para chocolate”— y experimentando por cuenta propia hasta llegar a Vancouver, donde finalmente estudió formalmente gastronomía.

Hoy, dirige varios restaurantes, entre ellos los populares Hueso y La Leche.

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Poncho se define como un chef visceral, más jazz que partitura. Su cocina es emocional, intuitiva y muy personal. Esa filosofía lo ha llevado a consolidar un estilo propio, entre lo rudo y lo estético, lo técnico y lo espontáneo.

Y aunque muchos lo conocen por su participación como juez en MasterChef Celebrity Generaciones, su carrera en televisión comenzó desde 2004 en un canal de cocina, donde no solo cocinaba, sino que viajaba por todo el país, explorando la gastronomía local.

Sí, también ha cocinado para celebridades como María Félix y Cantinflas, pero lo suyo es más de esencia que de pose: se considera alfarero antes que rockstar culinario.

1. Creció sirviendo cenas en casa de su familia para personajes como María Félix.
2. Estudió hasta secundaria y luego se fue a aprender a la vieja escuela: trabajando.
3. Su primer contacto con la cocina fue buscando tiempo con su papá, y lo hizo sin decírselo a él.
4. A pesar de su fama, prefiere que lo recuerden como un buen compañero de trabajo antes que como una estrella.

Poncho Cadena es de esos chefs que entienden que la cocina mexicana es un acto de amor, de orgullo y también de identidad.

Y aunque ahora sea parte de un reality con reflectores, nunca ha dejado de ser ese joven que solo quería hacer salsas, caldos, y sentirse bien entre aromas, ollas y fuego.