A lo largo de las temporadas de Exatlón México, el público ha conocido a atletas con perfiles tan diversos como sus estrategias de competencia. Algunos de ellos despertaron gran curiosidad en los espectadores, como Mario “Mono” Osuna, cuya personalidad en pantalla ha generado opiniones divididas por su aparente imagen dura. Sin embargo, detrás de ese carácter reservado y competitivo, existe un gusto musical que sorprendió a sus compañeros y ahora también a los seguidores del programa.
¿Qué tipo de música escucha “Mono” Osuna?
Durante una entrevista informal, Ximena Duggan, compañera de “Mono” Osuna en Exatlón, reveló que el exfutbolista es un apasionado de la música romántica clásica y de cantantes considerados “de la vieja escuela”. José José encabeza su playlist habitual, y según Duggan, era común escucharlo cantar con sentimiento en voz alta desde su habitación.
Este detalle, que parece menor, contrasta fuertemente con la imagen que proyecta en el reality. Muchos lo perciben como serio o incluso arrogante, pero quienes han convivido con él fuera de cámaras lo describen como amable, divertido y auténtico. Su gusto musical ha sido clave para mostrar esa otra faceta del “Mono”: nostálgico, emocional y muy humano.
El contraste entre su carácter en competencia y sus gustos personales generó simpatía entre quienes lo siguen. Lejos de los ritmos actuales o la música energética para levantar el entrenamiento, Osuna prefiere melodías profundas, de letra y voz, como las que inmortalizó José José.
¿Cómo le fue al “Mono” Osuna en Exatlón México?
Mario Humberto Osuna Péreznuñez, originario de Culiacán, Sinaloa, compitió en la octava temporada de Exatlón México, emitida en 2024-2025. El “Mono” sorprendió al público al imponerse en la gran final frente al tricampeón Koke Guerrero, con lo que consagró como campeón absoluto de la temporada.
Su trayectoria en el reality fue una extensión de su carrera deportiva profesional como futbolista, donde también mostró temple, estrategia y compromiso. Su historia en Exatlón se recuerda por su victoria y también por la revelación de una personalidad compleja, entre la nostalgia musical y la ambición competitiva.