Si estás pensando en comprar un sofá cama para aprovechar mejor el espacio en casa y, al mismo tiempo, darle una funcionalidad extra para tus invitados, vas por buen camino. Se trata de un mueble versátil, práctico y, en muchos casos, económico, que se adapta a distintos espacios y estilos. Además, puede verse increíble si eliges el adecuado. Sin embargo, para acertar en la compra, hay un detalle clave que los expertos recomiendan no pasar por alto: ¿cuál será su uso principal?
Puede sonar como una pregunta sencilla —y seguramente ya tienes una respuesta en mente—, pero en realidad es el punto más importante, ya que de ahí dependerá la mejor elección. Así que, antes de lanzarte a la zona de liquidación, sigue leyendo.
De acuerdo con el portal especializado Decofilia, si lo usarás a diario, la comodidad es prioridad; si será ocasional, para visitas, debe ser práctico; si irá en un espacio específico, la estética cobra mayor relevancia; y si es para una o varias personas, el tamaño será determinante.
Por eso, lo primero que debes hacer antes de ir a la mueblería es responder estas preguntas con calma y luego planificar cómo irá acomodando en tu hogar. No olvides llevar una cinta de medir, porque cada centímetro cuenta.
¿Qué tipos de sofá cama hay?
Existen diferentes tipos de sofá cama, pensados para distintas necesidades, sobre todo para quienes buscan más espacios para dormir sin contar con habitaciones extra. Estos son los más comunes:
- Tipo clic-clac: ideal para espacios pequeños. Son muy fáciles de usar: solo hacen un “clic” al reclinarse y quedan listos para dormir.
- Tipo desplegable: suelen ser un poco más complejos, ya que implican levantar los asientos o sacar una estructura oculta. Por lo general, requieren más espacio al frente para abrirse por completo.
- Tipo nido: incorporan un colchón en la parte inferior que se extrae para formar dos camas. Son ideales para niños o visitas frecuentes.
Al final del día, elegir el sofá cama perfecto no se trata solo del precio o del diseño, sino de entender cómo lo usarás y qué necesitas realmente. Si tomas en cuenta el espacio, la comodidad y la frecuencia de uso, estarás invirtiendo en un mueble que no solo se verá bien, sino que hará tu vida más práctica y cómoda.