Tener los pies prolijos es muy importante por varias razones relacionadas con la salud, la higiene y la funcionalidad. Sin embargo, hay algunas señales que pueden indicarnos que en nuestro cuerpo no está funcionando del todo bien. Las uñas gruesas son un ejemplo de esto y por eso, hacerse atender es indispensable. ¿Qué nos puede indicar este síntoma tan visible?
¿Cómo se ve una uña engrosada?
De acuerdo a datos de Medical News Today, al inicio, las uñas engrosadas no se manifiestan con tanta claridad, pero con el correr del tiempo pueden adquirir diversas formas, entre ellas:
- Uñas frágiles, quebradizas
- Mal olor en la uña
- Uñas que se separan fácilmente de la base
- Dificultad para cortarlas o recortarlas
- Uñas que se parten o agrietan con facilidad
- Suciedad u otros residuos debajo de las uñas
- Dolor o molestia
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¿Qué indican las uñas engrosadas?
- Envejecimiento: Con la edad, la velocidad de crecimiento de las uñas se ralentiza, lo que puede provocar que se engrosen.
- Infecciones micóticas (hongos): La onicomicosis es una infección fúngica frecuente que causa uñas gruesas, amarillentas, frágiles, con mal olor, que se parten o se separan de la base, y pueden causar dolor.
- Lesiones o traumatismos repetidos: Golpes, presión por calzado inapropiado o actividades deportivas pueden engrosar las uñas.
- Síndrome de las uñas amarillas: Una enfermedad menos común que causa uñas amarillas, engrosadas y curvadas, acompañada de problemas respiratorios y acumulación de líquidos.
- Onicogrifosis: Un aumento exagerado del grosor de la uña, especialmente en el dedo gordo, con textura dura y aspecto de cuerno, común en personas mayores y relacionada con problemas vasculares o artrosis.
Por su parte, esta situación en personas con diabetes, las uñas gruesas pueden ser una señal de alerta importante, ya que esta enfermedad afecta la circulación y la cicatrización, aumentando el riesgo de infecciones y complicaciones graves en los pies.
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¿Las uñas engrosadas se pueden tratar?
Según información de la Clínica Mayo, las uñas gruesas se deben tratar con cuidado y complementar cuidados caseros y atención médica:
- Remojar los pies en agua tibia (15-20 minutos) para ablandar las uñas antes de cortarlas y limarlas con cuidado usando herramientas adecuadas para uñas gruesas.
- Aplicar remedios caseros como aceite de árbol de té, que tiene propiedades antifúngicas, o usar cremas y ungüentos antimicóticos de venta libre.
- Mantener una buena higiene y recorte regular para evitar que las uñas se vuelvan más gruesas o encarnadas.
En casos más severos o cuando el engrosamiento es muy marcado (onicogrifosis), puede ser necesario acudir periódicamente al podólogo para cortar y rebajar el grosor de la uña, y en casos complejos, realizar procedimientos quirúrgicos para eliminar la uña afectada.
