A veces es difícil darnos cuenta si la persona que tenemos al lado siente atracción por nosotros. Muchas veces las señales no son del todo claras, y podemos confundir gestos o miradas. Sin embargo, siempre existen formas de entender lo que le sucede al otro y descubrir sus verdaderos intereses. La postura corporal es una de las pistas más reveladoras, aunque es importante analizar correctamente estos indicios para no malinterpretarlos.
El lenguaje corporal revela mucho sobre lo que sentimos, incluso cuando se trata de atracción o amor. Pequeños gestos, como una mirada, una sonrisa o la manera en que nos movemos, pueden delatar claramente interés hacia otra persona. Cuídate Plus revela algunos de estos códigos secretos.
1. Levantar las cejas
Alzar las cejas es una señal de interés y curiosidad. Esta expresión suele aparecer cuando alguien quiere mostrar apertura hacia la otra persona y se siente motivado a seguir conociéndola. Es un gesto que, según expertos, se observa con frecuencia en personas enamoradas.

2. Acercamiento físico y distancia
Cuando existe atracción, se tiende a reducir la distancia personal. Esto puede manifestarse en gestos como rozar la mano, apoyarse ligeramente o buscar cualquier contacto que parezca casual.
En los hombres, este acercamiento suele ser más atrevido, avanzando poco a poco por distintas zonas del espacio personal para evaluar la receptividad de la mujer. Algunos llegan incluso a tocar el cabello, un brazo o la pierna, siempre de manera gradual dentro del contexto del cortejo.
3. Sonrisas y gestos de cabeza
La sonrisa constante es un indicativo claro de que alguien se siente cómodo y a gusto en compañía del otro. Complementariamente, movimientos como ladear la cabeza, asentir o girarla ligeramente hacia un lado son señales de interés y aceptación.
Estos gestos transmiten afinidad y hacen sentir que hay comprensión mutua, mostrando que existe una conexión emocional.
4. Gestos con manos, brazos y cabello
Cuando una mujer está interesada, puede exhibir las muñecas o jugar con su cabello. Tocarse el pelo no solo es un signo de atracción, sino también una manera de manejar el nerviosismo. Asimismo, los gestos de los labios, como morderse suavemente el labio o mostrar la lengua discretamente, pueden reflejar deseo y atención hacia la persona que le interesa.

5. Postura corporal y señales de atracción
Mantener el cuerpo orientado hacia la otra persona, con cierta inclinación hacia adelante, indica apertura e interés. La ausencia de posturas defensivas, como cruzar los brazos, refuerza esta señal.
Las mujeres suelen mostrar interés adelantando el pie hacia la otra persona o cruzando la pierna ligeramente como forma de medir su comodidad, mientras que los hombres adoptan posturas más expansivas: abren las piernas, levantan los hombros y la barbilla, sacan pecho y adoptan gestos que refuercen su presencia y atractivo, como la clásica postura de “cowboy” con las manos en la cintura.
Las elecciones corporales de hombres y mujeres
El libro “Comunicación no verbal en relaciones cercanas: lo que las palabras no nos dicen”, editado por Robert Sternberg y Aleksandra Kostic, analiza cómo el lenguaje corporal influye en la atracción y las relaciones. Incluye investigaciones sobre los gestos y comportamientos de coqueteo más habituales en hombres y mujeres. Según Psychology Today hay otros puntos generales que atraen en su gran mayoría a los hombres y las mujeres.
Los estudios muestran que ciertos rasgos faciales llaman más la atención: los hombres se sienten atraídos por mujeres con rasgos suaves y ojos grandes, mientras que las mujeres prefieren hombres con mandíbulas marcadas y cejas fuertes. Además, detalles como el color rojo en la ropa o los labios pueden aumentar la percepción de atractivo.
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La forma del cuerpo también comunica atracción. Los hombres suelen preferir figuras femeninas con cintura estrecha y caderas anchas, mientras que las mujeres se inclinan por hombres altos y musculosos. La ropa puede resaltar estas características: prendas que realzan curvas o trajes que ensanchan los hombros refuerzan este magnetismo.
Esto refuerza la idea de que, además de la postura y los gestos, existen ciertos rasgos físicos y prototipos corporales que suelen atraer a hombres y mujeres a lo largo de las generaciones. Sin embargo, no es una regla establecida. El cuerpo puede transmitir interés y atracción incluso sin necesidad de palabras, mostrando señales claras de cómo nos sentimos o qué nos llama la atención.