El descenso de las temperaturas y la baja humedad del ambiente impactan de lleno en la salud de los labios . A diferencia de otras zonas del rostro, esta piel no produce aceites naturales que ayuden a retener el agua. Por eso, ante el frío, se resecan rápidamente, se agrietan y pueden descamarse con facilidad, generando molestias que, si no se tratan a tiempo, incluso pueden derivar en pequeñas fisuras o sangrado. No obstante, existen algunos consejos para hacerle frente a este problema. 

Según Cuidate Plus es clave combinar una buena hidratación interna con cuidados externos adecuados. Sin embargo, hay cinco puntos fundamentales que conviene tener en cuenta para no tener que convivir con heridas en esta zona tan sensible.

  • Hidratarse desde adentro Tomar suficiente agua durante el día es clave para que los labios mantengan su elasticidad natural y no se resequen con facilidad, incluso antes de aplicar productos externos.
  • Usar bálsamos labiales de forma regular Aplicar bálsamos con ingredientes emolientes ayuda a reparar la piel y crear una barrera protectora frente al frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura.
    El uso de bálsamos, la exfoliación e hidratación son fundamentales para evitar tener los labios secos.
    El uso de bálsamos, la exfoliación e hidratación son fundamentales para evitar tener los labios secos.|Fuente: Canva
  • Elegir fórmulas con activos calmantes Componentes como la manteca de karité o el aloe vera aportan alivio inmediato, reducen la irritación y favorecen la regeneración de los labios dañados.
  • No olvidar la protección solar Aunque no siempre se tenga en cuenta, los labios también pueden sufrir quemaduras solares. Por eso, es importante optar por productos que incluyan un factor de protección alto.
  • Evitar humedecerlos con saliva Lamer los labios puede parecer un alivio momentáneo, pero empeora la sequedad. Lo ideal es reemplazar ese gesto por la aplicación de bálsamo y llevar siempre uno a mano.

¿Cómo hacer que los labios siempre se vean bien?

Mantener los labios en buen estado requiere constancia y pequeños gestos diarios. La Academia Americana de Dermatología recomienda exfoliarlos suavemente una o dos veces por semana ayuda a eliminar células muertas y mejora la textura, permitiendo que los productos de cuidado actúen mejor. Este paso simple devuelve suavidad y un aspecto uniforme, evitando que se vean opacos o descamados.

Tomar agua, en especial en invierno, también es fundamental de combatir los labios secos.
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Otro aspecto clave es protegerlos de los factores externos. El viento, el sol y los cambios bruscos de temperatura afectan directamente su apariencia. Cubrirlos con una bufanda en días fríos o evitar la exposición directa al sol en horarios intensos ayuda a prevenir el daño visible y el envejecimiento prematuro de esta zona tan delicada.

Por último, prestar atención a los hábitos cotidianos marca la diferencia. Evitar productos labiales muy secantes, desmaquillarlos correctamente al final del día y mantener una alimentación equilibrada favorece que los labios se vean saludables, con color natural y sin grietas, durante todo el año.