En la Ciudad de México, existe una oferta gastronómica sumamente variada, que incluye elementos de todo el país y preparaciones propias. Este es precisamente el caso de la torta de tamal o “guajolota”, un alimento que es muy común entre los citadinos y que tiene varios aspectos sobre su valor nutricional que es importante conocer para consumirlo con responsabilidad.
¿Qué tan saludable es comer una torta de tamal?
Los tamales son un platillo representativo de la gastronomía mexicana y su consumo es muy frecuente en la cotidianeidad. Sobre qué tan saludables son, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indica que cada pieza de tamal promedio tiene entre 400 y 600 calorías; mientras que los bolillos incluyen un estimado de 160 a 200 calorías.

Por lo que una torta de tamal por sí misma representa aproximadamente el 40% de la cantidad de calorías recomendada para mujeres y el 30% para hombres, rango que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica, aplica para regímenes alimenticios establecidos para mantener un peso estable. Al comer una “guajolota”, el cuerpo está recibiendo buena parte de las calorías que requiere, sin contar cuando se acompaña por atoles y otras bebidas azucaradas en los “guajolocombos” tan representativos de la cultura chilanga.
3 datos que debes conocer sobre la torta de tamal como alimento
- Una no hace daño (pero no diario)
Si bien las tortas de tamal no son la comida más nutritiva que existe, tampoco deben satanizarse. Lo ideal es consumirlas con moderación y sin culpa.
- Hay que balancear la ingesta de calorías con otros platillos
Lo mejor es complementar la “guajolota” con otros productos que aportan mayores nutrientes a una dieta equilibrada. Como lo son las proteínas de origen animal, frutas, verduras, cereales y legumbres.
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- Su origen tiene una historia increíble
La creación de los tamales se remonta a la época prehispánica, cuando según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, fueron preparados por primera vez para hacer ofrendas a la prosperidad. Así que además de su gran sabor, tienen una valiosa historia detrás, razón por la que este platillo, incluido la presentación en las tortas de tamal se han vuelto parte de la alimentación de los mexicanos.