Combinar un buen aroma, ser funcional en la gastronomía y aportar beneficios para la salud no es sencillo. Sin embargo, la albahaca forma parte de este grupo selecto y ha logrado un importante reconocimiento por su contribución al bienestar general del cuerpo. Conozca qué enfermedades puede ayudar a combatir esta planta y cómo utilizarla de forma correcta.
¿Qué enfermedades ayuda a aliviar la albahaca?
Según información de MSD Manuals, la albahaca es imbatible si de estas complicaciones se trata:
- Gripes, resfriados y bronquitis: Gracias a sus aceites esenciales y propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, alivia la tos, mejora la respiración y combate virus respiratorios.
- Presión alta: El eugenol presente en la albahaca contribuye a la relajación de los vasos sanguíneos, ayudando a prevenir y tratar la hipertensión.
- Ansiedad, depresión e insomnio: Sus compuestos geraniol y linalool actúan sobre el sistema nervioso central, proporcionando tranquilidad y mejorando estos trastornos.
- Migraña: El aceite esencial de la albahaca tiene propiedades relajantes y anestésicas que pueden aliviar la migraña al ser inhalado o aplicado sobre la piel.
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Al mismo tiempo, de acuerdo a datos del portal especializado en salud Tua Saúde, esta planta tiene propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias que favorecen la salud cardiovascular, previenen infartos y aterosclerosis, y ayudan en la cicatrización de heridas y picaduras.
Además, alivia migrañas, tratar infecciones bucales como aftas y amigdalitis, y regular el azúcar en la sangre, siendo útil para personas con diabetes o prediabetes.
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¿Cómo se puede consumir la albahaca?
La albahaca se puede consumir de diversas formas, ya que es un ingrediente muy versátil que se puede utilizar principalmente para condimentar y realzar el sabor de muchos platos:
- Fresca en ensaladas: Se suelen colocar hojas enteras para mantener su aroma y sabor intensos.
- En salsas: La albahaca fresca es la base, por ejemplo, del pesto, una salsa italiana que se prepara con hojas de albahaca, piñones, queso parmesano y ajo. Es perfecta para darle un toque diferente a las pastas.
- Condimento en platos calientes: Se añade al final de la cocción en sopas, cremas, pastas, pizzas, arroces, carnes, pescados, tortillas, legumbres y verduras para preservar su aroma y sabor.
- En aderezos y aceites aromatizados: Se puede preparar aceite de albahaca para rociar sobre cremas, ensaladas o platos principales.
