La alimentación forma parte fundamental del cuidado de la salud, al igual que el ejercicio y otra serie de hábitos que se aconsejan implementar. Es por eso que se ha puesto el foco en las tortillas de harina, un producto que no puede faltar en la mesa de los mexicanos pero sobre el cual hay que tomar ciertos recaudos.
Una receta sencilla y saludable, prepara una ensalada fresca
La gastronomía mexicana es una de las más conocidas y destacadas a nivel mundial. Las tortillas de harina forman parte de ella, engalanando varios platillos y formando parte de la alimentación diaria de niños y adultos.
¿Las tortillas de harina dañan la salud?
Desde hace mucho tiempo los expertos en salud y las instituciones gubernamentales como la Secretaría de Salud trabajan en la concientización sobre los beneficios de mantener una alimentación balanceada y una vida alejada del sedentarismo. En este punto, se destaca de las tortillas de harina que son una buena fuente de energía, fibra (si son integrales), calcio y hierro.
Diferentes documentos de salud señalan que las tortillas de harina son versátiles y pueden complementar una dieta balanceada. Por lo tanto, se trata de un alimento saludable, siempre y cuando se consuman con moderación o se prefiriendo las versiones integrales y caseras.
¿Qué sucede si se come tortillas de harina a diario?
Como se mencionó, los beneficios que las tortillas de harina ofrecen para nuestro organismo son muchos pero, el foco se pone en la cantidad y en la calidad del producto. Especialistas afirman que consumirlas a diario y en exceso puede incrementar los niveles de carbohidratos refinados por lo que produciría picos de insulina y glucosa.
Además, aquellas tortillas que se elaboran con harina blanca refinada no aportan fibra, o lo hacen en menor medida, haciendo que la respuesta metabólica del cuerpo se dispare. La otra advertencia llega por el sodio elevado que puede significar para nuestro cuerpo, con su respectivo impacto en la salud cardiovascular.
Por lo tanto, se recomienda consumir tortillas de harina sin excesos y, en la medida de lo posible, optando por aquellas elaboradas con harina integral y las caseras.
 
 
     
 
         
 
         
 
         
 
         
 
         
 
         
 
         
 
         
 
            
 
            
 
            
 
            
 
            
 
           