Hay algo reconfortante en envolverse con una manta limpia que todavía huele a suavidad y descanso. Pero con el uso diario, los lavados rápidos o el simple paso del tiempo, ese aroma a fresco se pierde. Si te ha pasado, no te preocupes: existe un truco casero 100% natural para que tus mantas conserven su olor delicioso por semanas, sin productos costosos ni químicos fuertes.
El truco casero más efectivo para conservar el olor a limpio en tus mantas
El método favorito de quienes prefieren lo natural combina tres ingredientes básicos: bicarbonato, vinagre blanco y aceite esencial.
De acuerdo a la Universidad Autónoma de México (UNAM), el bicarbonato de sodio neutraliza olores desde dentro de las fibras, mientras que el vinagre blanco actúa como desinfectante suave y suavizante natural.
Finalmente, unas gotas de aceite esencial (de lavanda, eucalipto o cítricos) dejan un perfume fresco y duradero, incluso después de varios días de uso.

Una guía de The Times of India recomienda mezclar media taza de vinagre con una cucharada de bicarbonato durante el ciclo de lavado, y añadir unas gotas de aceite esencial en el aclarado final. El resultado es una manta suave, limpia y con ese aroma que recuerda a hogar recién ventilado.
Cómo hacer el truco casero para que las mantas huelan siempre bien paso a paso
- Revisa la etiqueta: asegúrate de que la manta sea apta para lavadora o lavado a mano.
- Agrega bicarbonato: una cucharada grande directamente en el tambor antes del detergente.
- Usa vinagre blanco: en lugar de suavizante, vierte media taza en el compartimento del suavizante.
- Añade aceite esencial: tres o cuatro gotas en el último enjuague o en una bolita de algodón dentro del tambor.
- Seca al aire libre: es fundamental. De acuerdo con Good Housekeeping, el sol ayuda a eliminar bacterias y realza el aroma limpio de los aceites naturales.
¿Cuál es el error más común al lavar mantas?
Muchos las lavan igual que las sábanas, pero las mantas son más gruesas y tienden a retener humedad.
Según expertos en limpieza textil de Family Handyman, cuando quedan restos de agua atrapados entre las fibras, aparecen los olores a “guardado” o “cerrado”. Por eso, la clave está tanto en cómo las lavas como en cómo las secas y guardas.

Pequeños hábitos que hacen la diferencia al lavar tus mantas
No se trata solo del lavado. Mantén tus mantas frescas ventilándolas una vez a la semana, doblándolas solo cuando estén totalmente secas y evitando bolsas plásticas para guardarlas (impiden que respiren).
Si las vas a almacenar por largo tiempo, guárdalas con una bolsita de tela con arroz y unas gotas de aceite esencial: absorbe la humedad y perfuma de forma constante, como aconsejan especialistas en hogar de The Spruce.
El olor fresco no viene de un spray, sino de una rutina sencilla: limpiar con productos naturales, secar con paciencia y guardar en un lugar ventilado. Así, cada vez que te tapes con tu manta favorita, sentirás ese mismo aroma a limpieza y calma que tanto reconforta.