Cortar una cebolla puede ser una tarea desafiante para muchas personas, ya que los gases que libera al ser cortada pueden irritar los ojos y hacernos llorar. Sin embargo, existen algunos trucos sencillos que podemos utilizar para evitar este molesto efecto secundario y disfrutar de la preparación de nuestros platos favoritos sin lágrimas.
Mojar la cebolla
Uno de los trucos más conocidos es mojar la cebolla antes de cortarla. Esto se debe a que el agua diluye los compuestos que contienen los gases irritantes, reduciendo así su efecto en nuestros ojos. Para hacerlo, simplemente debemos sumergir la cebolla en agua fría durante unos minutos antes de comenzar a cortarla. Además, también podemos utilizar un cuchillo mojado para cortarla, ya que esto ayudará a evitar la liberación de gases irritantes.
Ventilar la cocina
Otro truco muy efectivo es utilizar un ventilador o una corriente de aire para dispersar los gases que se liberan al cortar la cebolla. Si tienes un ventilador de cocina, puedes colocarlo cerca de la zona de corte para que el aire circule y aleje los gases de tus ojos. Si no dispones de un ventilador, simplemente puedes abrir una ventana o encender un ventilador de techo para crear una corriente de aire en la cocina.
Usar un cuchillo afilado
Además, es importante utilizar un cuchillo afilado al cortar la cebolla, ya que esto ayudará a minimizar la liberación de gases irritantes. Un cuchillo sin tanto filo puede aplastar las células de la cebolla, liberando así más gases y aumentando las posibilidades de que nos haga llorar. Por lo tanto, asegúrate de tener un cuchillo afilado a mano antes de comenzar a cortar.
Cortar la cebolla bajo el agua
Si ninguno de estos trucos funciona para ti, también puedes intentar cortar la cebolla bajo el agua. Esto puede parecer un poco incómodo, pero sumergir la cebolla en un recipiente con agua o cortarla debajo del grifo puede ayudar a reducir la liberación de gases irritantes. Eso sí, asegúrate de tener cuidado al manipular el cuchillo bajo el agua para evitar accidentes.
En definitiva, cortar una cebolla sin llorar puede ser más sencillo de lo que parece. Siguiendo alguno de estos trucos, podemos disfrutar de la preparación de nuestros platos favoritos sin tener que lidiar con las lágrimas. ¡Así que manos a la obra y a disfrutar de la cocina sin llorar!
