La zona de Veracruz que ni los taxistas quieren visitar después de medianoche

Una zona de Veracruz se ha ganado la fama de estar maldita: hay choferes que prefieren no entrar después de medianoche por miedo a lo que ocurre ahí.

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En Veracruz hay una zona tan cargada de historias que muchos prefieren ni pasar por ahí cuando cae la noche. Ni los taxistas, ni los motociclistas, ni la gente que trabaja en turno nocturno. Todos coinciden en algo: esa colonia tiene una vibra extraña, como si el tiempo se detuviera.

Hablamos de Dos Caminos, ubicada en la zona conurbada entre Veracruz y Boca del Río. Aunque en el día parece un sitio más de la ciudad —con tienditas, calles tranquilas y movimiento habitual—, es cuando oscurece que cambia todo. El silencio se hace más pesado, las luces parecen más tenues, y las calles, vacías.

¿Por qué los taxistas evitan la zona de Dos Caminos en Veracruz por la noche?

Lo más curioso no es que la gente del barrio hable de cosas paranormales. Lo verdaderamente inquietante es que muchos conductores de apps o taxis tradicionales simplemente rechazan viajes con ese destino, sobre todo después de las 11:30 p.m.

Algunos aseguran haber sentido “presencias”, otros dicen haber visto sombras cruzando la calle o escuchado voces que los desconciertan.

Incluso se ha llegado a comentar en estaciones de radio locales como XEU Noticias, que los rumores sobre esa colonia ya llevan más de dos décadas, al punto de que algunos conductores prefieren apagar la aplicación si ven un viaje con esa dirección durante la madrugada. No hay registros oficiales de fenómenos paranormales, pero lo que sí hay es miedo.

¿Qué leyendas urbanas hay sobre Dos Caminos?

Entre las historias más contadas está la de una mujer que se aparece en la calle Cuauhtémoc, con vestido largo y rostro cubierto, a la que nadie ha logrado ver de frente. También se habla de gritos en casas abandonadas, luces que se prenden solas, y perros que aúllan sin razón aparente a la misma hora, todas las noches.

De acuerdo con cronistas locales como Ernesto Rodríguez Gil, muchas de estas leyendas vienen desde los años 80, cuando la colonia comenzó a expandirse. Algunos vecinos dicen que se construyó sobre terrenos malditos, donde antes hubo entierros clandestinos o rituales. Otros simplemente creen que la zona carga una energía pesada, que se intensifica con el paso de los años.

Lo cierto es que, más allá de las creencias, Dos Caminos ya tiene fama de lugar que mejor ni pisar de noche. Y en Veracruz, eso ya es decir mucho.

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