Quienes llevan tatuajes suelen decir que no es solo por estética, también es su personalidad: algunos marcan un cambio de vida, otros son recuerdos de alguien que ya no está. También hay quienes se tatúan por impulso, y quienes lo planean años. Pero detrás de todo eso, sí hay algo en común: los tatuajes hablan de ti, aunque no lo digas en voz alta.
Un par de investigaciones han querido entender esa conexión. Una fue publicada por Frontiers in Psychology (2023), y otra por la Asociación Española de Psicología Conductual, donde analizaron la relación entre los tatuajes visibles y ciertos rasgos de personalidad, con base en encuestas a personas tatuadas en Europa y América Latina.
Los estudios no pretendían juzgar, sino observar qué patrones se repiten, más allá de la tinta.
¿Qué patrones psicológicos se detectaron en personas tatuadas?
Según ambas fuentes, las personas con tatuajes visibles tienden a mostrar mayor apertura a nuevas experiencias, lo que en psicología se traduce como curiosidad, creatividad y menos miedo al cambio.

También se identificó una ligera inclinación hacia la extroversión en quienes eligen zonas visibles: brazos, manos, cuello. Pero ojo: eso no significa que sean más sociables, sino que se sienten cómodos mostrando lo que son, sin necesidad de explicarlo.
Otro hallazgo curioso: más del 60% de las personas entrevistadas asociaron al menos un tatuaje con una etapa emocional intensa, como un duelo, una ruptura o una etapa de crecimiento personal.
¿Importa cuántos tatuajes tienes o si son grandes, según la ciencia?
Según la Universidad Autónoma de Barcelona, no. Lo que más influye en la dimensión emocional del tatuaje es el proceso de decisión y el vínculo simbólico. A veces un tatuaje diminuto, escondido, refleja más de la personalidad que una espalda completa.

También hay algo más sutil: muchas personas que no tienen tatuajes aseguran no hacerlo por miedo a arrepentirse o por la idea de que “no necesitan marcar nada en la piel para que algo importe”. Esa decisión también habla de su forma de ver la identidad: más privada, más interna.