El laurel —esa hojita de olor tan común— ha sido parte de rituales para atraer suerte, infusiones, platillos y supersticiones desde hace siglos. Algunas personas lo tienen en la cocina y otras lo llevan en la cartera. Pero no se trata solo de tradición: el Feng Shui también lo incluye dentro de sus prácticas para armonizar espacios.
Más allá del aroma o del sabor, hay quienes afirman que el laurel ayuda a mover la energía estancada, proteger el hogar y atraer abundancia. ¿La clave? Colocarlo en sitios específicos y con intención.
¿Dónde colocar el laurel en casa según el Feng Shui?
La Escuela del Feng Shui del Instituto Hispanoamericano recomienda ubicar las hojas de laurel en rincones estratégicos. Aquí algunos de los más efectivos:
- En la entrada. Si colocas un ramito o algunas hojas secas dentro de un frasco transparente cerca de la puerta, puede actuar como barrera energética.
- Detrás de la puerta del baño o en esquinas poco ventiladas. En estos puntos, el laurel ayuda a neutralizar la energía densa.
- Debajo del colchón o la almohada. Se cree que aporta tranquilidad y mejora el descanso.
- En la cocina. No solo es útil al cocinar, también representa prosperidad si
- se mantiene en un sitio visible.

No hay una regla fija, pero muchos coinciden en que en que lo más importante es renovar las hojas cada cierto tiempo y colocarlas en número impar.
¿Por qué el laurel se considera una planta protectora?
La hoja de laurel no necesita mucho para hacer su trabajo. Ni flor, ni raíz visible: solo su forma, su aroma y su historia la han colocado en el corazón de distintas culturas. En el Feng Shui, se le atribuyen cualidades de protección, purificación y equilibrio.

Quemar una hoja seca, por ejemplo, se considera un pequeño ritual para limpiar el ambiente. Otros prefieren llevar una en la billetera para atraer dinero. Puede parecer simbólico, pero a veces esos pequeños gestos traen una sensación de orden y bienestar que no se explica tan fácilmente.