¿Renovar tu terraza en agosto? Estas 6 ideas de comedores de exterior podrían inspirarte más de lo que crees

Agosto está por comenzar y trae consigo muchas tardes soleadas por delante, y si hay un rincón que se puede puede renovar para transformarse en un verdadero oasis en casa, es la terraza. O el patio. O ese jardín que lleva semanas pidiendo un upgrade.

Los comedores de exterior están viviendo su mejor momento esta temporada, y las ideas para armarlos no tienen que ser caras ni complicadas.

Con unas cuantas decisiones clave —y algo de inspiración— se puede lograr un espacio bonito, funcional y con toda la vibra del verano 2025. Desde lo mediterráneo hasta lo urbano y minimalista, aquí van seis estilos distintos que podrían ayudarte a imaginar tu próximo comedor al aire libre.

Más allá de la estética, lo importante es que sea cómodo y que resista el clima. Materiales como madera tratada, aluminio o fibras sintéticas son apuesta segura. Y si se suman textiles desenfundables y lámparas cálidas, el resultado es un espacio que invita a quedarse más tiempo.

Las plantas también juegan un rol importante: crean sombra, dan frescura y completan la atmósfera. No hace falta tener un jardín inmenso; hasta en un balcón se puede improvisar un rincón verde encantador.

• Estilo urbano y práctico: mesas y sillas plegables, fibras naturales y plantas en maceta.
• Look mediterráneo: manteles de rayas, techos de cañizo y platos artesanales.
• Toques mostaza: textiles coloridos y toldos de lona para mantener la luz sin quemar.
• Frente al mar: sillas metálicas, cemento pulido y suelo de ladrillo en espiga.
• Azul y blanco: bancos corridos, cojines estampados y vegetación fresca.
• Rústico atemporal: muebles de madera, lámparas de mimbre y vajilla con color.

Sí. Muchas veces solo se trata de reorganizar lo que ya se tiene, dar una nueva capa de pintura o sumar detalles textiles que hagan la diferencia. Un mantel de lino, una guirnalda de luces o una planta grande en la esquina pueden transformar el ambiente sin romper el presupuesto.

El objetivo no es tener el espacio perfecto, sino uno que se sienta propio, disfrutable y con personalidad. Y agosto, con su luz dorada y sus tardes largas, es el mejor momento para lograrlo.