Las pasarelas Primavera‑Verano 2025 marcaron el regreso contundente de las bailarinas: firmas como Chloé, Simone Rocha y Miu Miu les dieron protagonismo absoluto y las redes sociales amplificaron la fiebre de estos modelos de calzado veraniego.
Livianas, fáciles de empacar y versátiles para la playa o la ciudad, estos zapatos planos se convirtieron en la respuesta cómoda a las sandalias de siempre.
Además, la tendencia balletcore —con su aire romántico y deportivo al mismo tiempo— consolidó la idea de que un par de bailarinas puede rematar cualquier estilismo con delicadeza sin sacrificar comodidad.
¿Cuáles son los cuatro modelos de bailarinas que dominan la temporada?
- Bailarinas de gelatina (PVC)
Inspiradas en las cangrejeras noventeras, estas piezas transparentes o semitransparentes resisten la arena y el agua salada sin perder estilo. El material flexible abraza el pie y el acabado brillante asegura un toque divertido en outfits informales. - Bailarinas con cordones estilo ballet
Las cintas que se anudan al tobillo estilizan la pierna y conectan con la estética balletcore. En piel suave, satén o algodón, se adaptan a minivestidos, faldas campana o shorts denim, aportando un aire romántico que estiliza sin esfuerzo. - Bailarinas de red o see‑through
Con un efecto segunda piel que alarga la silueta, estos diseños juegan con lentejuelas, bordados o simplemente la transparencia minimalista. Su ligereza las hace ideales para vestidos vaporosos o pantalones anchos de lino. - Bailarinas perforadas, de malla o tejidas
El tejido calado permite que el pie respire durante los días más calurosos. Se encuentran versiones en rafia, ganchillo e incluso piel microperforada. Los tonos neutros —beige, crema, negro— funcionan para looks de noche, mientras los colores vibrantes añaden un guiño boho.

¿Cómo combinar estas bailarinas para elevar un look de día y de noche?
- Contraste de texturas: una versión tejida funciona excelente con sastrería ligera, mientras las de PVC complementan prendas de lino o algodón crudo.
- Juego cromático: tonos pastel para la mañana; metalizados o negros para la noche. Un mono cromático con bailarinas en color opuesto añade sofisticación instantánea.
- Accesorios sutiles: bolsos de rafia, sombreros bucket y collares delicados acompañan sin restar protagonismo.
- Transición día‑noche: las bailarinas con cordones se transforman al ajustar la altura del lazo; basta cambiar un bolso tote por uno tipo clutch y añadir unos aretes dorados para pasar del café al cóctel.
Gracias a su comodidad y capacidad de adaptación, estos cuatro modelos confirman que las bailarinas no son un simple básico de armario, sino el detalle de estilo que define el verano 2025.