Cuidado en casa: ¿el tequila caduca? Esto es lo que dice la ciencia y los expertos

El tequila es parte del ADN cultural mexicano. Se sirve en celebraciones, comidas familiares o simplemente para brindar por cualquier motivo. Pero surge una duda que muchos no se atreven a preguntar en voz alta: ¿el tequila caduca? La respuesta no es tan obvia como parece.

Aunque se trata de una bebida con alto contenido alcohólico y sin fecha de caducidad como tal, sí puede echarse a perder si no se almacena bien. El tiempo no daña este destilado, pero el mal manejo sí.

Si la botella está bien cerrada y se conserva en un lugar fresco, el tequila puede durar años sin problemas. De hecho, muchas veces mejora con el tiempo, especialmente si es añejo o extra añejo.

Pero si se deja mal tapado, expuesto al sol o con restos de comida (por beber directamente de la botella), las cosas cambian. El aire, la luz y las bacterias pueden alterar su color, su olor y hasta su sabor. Y ahí sí: ni el agave lo salva.

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Hay señales claras. Si el color cambió, se ve turbio o tiene partículas flotando, algo no anda bien. Un olor agrio, rancio o extraño también es una alerta. El sabor es otro gran delator: si sabe ácido, amargo o como alcohol de curación, lo mejor es no arriesgarse.

Incluso la forma en que escurre el líquido puede decir mucho. Si tiene fugas o filtraciones, puede haberse contaminado. Y si hay una capa o nata rara en el fondo… adiós tequila.

Lo más importante es mantener la botella bien cerrada y guardarla lejos del sol, en un lugar fresco y seco. Nada de dejarla abierta, ni compartirla a pico de botella. Y si alguien se pone creativo con botanas o mezcla cosas raras, mejor sacar vasos limpios.

La buena noticia es que el tequila bien cuidado no se echa a perder, y puede seguir siendo disfrutable muchos años después. Pero, como bien indican los expertos, si huele raro o sabe peor, más vale no tentar a la suerte.