Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, confirmó la muerte de mil 300 soldados ucranianos desde el inicio de la operación militar de Rusia, el pasado 24 de febrero.
También aseveró que las fuerzas rusas perdieron a 12 mil elementos, sin embargo, dijo que no le daban alegría esas bajas, pues todos tenían padres y solo habían sido enviados por el presidente ruso a cumplir sus órdenes.
“Están matando gente. No estamos contentos de que hayamos perdido unos mil 300 soldados ucranianos y Rusia haya perdido unos 12 mil. No me da alegría que hayan perdido 12 mil no me hace feliz. Esto, por eso, ya sabes, así no es como yo veo el mundo. Ellos también tienen padres, fueron enviados, la mayoría de ellos ni siquiera saben de dónde vinieron. No saben”.
Zelensky indicó que entre 600 y 600 soldados rusos entregaron las armas, detalló que algunos se escaparon, otros están escondiéndose mientras algunos más buscan regresar a Rusia.
“Creo que unas 500, 600 personas entregaron las armas ayer. Creo que es como esa cantidad. No puedo darte números exactos, siguen cambiando. Muchos se escaparon, algunos se esconden en diferentes lugares, otros están tratando de llegar de vuelta a Rusia”.
Zelensky pide que occidente se sume al conflicto con Rusia
Hablando en una rueda de prensa, Zelensky dijo que los equipos de negociación de Ucrania y Rusia habían comenzado a discutir temas concretos en lugar de intercambiar ultimátums.
Zelensky insistió en que occidente debería involucrarse más en la lucha contra Rusia para evitar que invada otros países.
“Lo que está sucediendo hoy en Ucrania sucederá en Europa mañana. Para evitarlo, todos deben luchar por sí mismos, luchar aquí, de cualquier manera que puedan”, dijo.
Volodmir Zelensky añadió que no se siente protegido por la OTAN, y lo que busca juntoc con los soldados ucranianos es que les den garantías de seguridad, así como una alianza con otros países, pues aseguró que todas las naciones de Europa están en peligro pero no lo quieren ver.
“Creo que algunos representantes del mundo occidental, permítanme describirlo de esta manera, ya que aún no somos miembros de ninguna unión (Unión Europea, OTAN), de ahí esta división (entre Oriente y Occidente), creo que se sentarán en un café y hasta que una bomba caiga y golpee el café no creerán que les puede pasar a ellos. Hasta entonces nadie cerrará los cielos”.