En las montañas de Ruidoso, Nuevo México, Estados Unidos , tras un fuerte incendio forestal, se puede observar un triste paisaje, árboles gigantescos quemados, otros que solo se incendiaron a la mitad, ahora tendrán que ser retirados.
La gente regresó al pueblo tras siete días cercado, algunos comercios abrieron y están regalando agua.
En Nuevo México conocimos a Gustavo Sánchez, un trabajador mexicano que, por su experiencia, es parte de quienes están ayudando ante la adversidad que se vivió en Ruidoso.
“Muchos negocios se están solidarizando con la gente, con los residentes, con los trabajadores, con quienes están luchando contra el fuego.
“Acabamos de llegar nosotros de Oklahoma City, para ayudar en la restauración, soy nuevo aquí. Soy de México, Guadalajara, hacemos lo que se puede, y estamos aquí para servir, para ayudar y está muy triste la situación, y estamos aquí para trabajar, para ayudar; trabajamos cortando árboles para la compañía de la luz, vamos a tratar de hacer lo posible por ayudar”, explicó Gustavo.
#NuevoMéxico | @reynaldolarar viajó a #Ruidoso, localidad bajo #alerta de incendio desde hace una semana. Logró recorrer el área completa desde la carretera hasta el poblado, pudiendo constatar los efectos de este #desastre.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 25, 2024
Continúan luchando contra las llamas, estimando que el… pic.twitter.com/RkeuABqO0Y
Será un largo proceso para retirar miles de árboles quemados en este lugar, un centro vacacional muy solicitado para practicar deportes invernales por los mexicanos, pero siempre habrá también, paisanos ayudando en las tragedias.
“En México, en Jalisco, saludos hasta allá, que estén bien. Ojalá y les llueva pronto porque está muy seco, también allá, saludos desde Albuquerque, Ruidoso, Nuevo México”, concluyó Gustavo.
¿Qué sucedió en el Ruidoso?
El pasado 17 de junio, la localidad del Ruidoso quedó en medio del ‘fuego cruzado’, pues un incendio en forestal en South Fork, y uno más en la zona de Salt, obligó a la evacuación de los habitantes de la región.
La División Forestal de Nuevo México informó que el primer incidente había calcinado aproximadamente 17 mil 551 hectáreas, mientras que el segundo había quemado alrededor de 7 mil 816 hectáreas.
Estos incendios forestales dañaron mil 400 estructuras y más de 500 viviendas, dejando un saldo de tres personas fallecidas. Las labores por parte de bomberos y cuerpos de rescate continúan.