En medio de una creciente oferta de productos naturales con presuntos beneficios médicos, una empresa chilena comercializa agua de mar embotellada y asegura que tiene propiedades curativas para enfermedades como el cáncer.
¡Ni se te ocurra comprarla! Cada botella se vende en más de 15 mil pesos chilenos, poco más de 300 pesos mexicanos; sin embargo, no se cuenta con un aval científico, ni tampoco un registro sanitario, por lo que especialistas advierten los riesgos para la salud.
El negocio, llamado Sana-dictino, y es promovido por Gino Sepúlveda, quien asegura que el consumo regular de este tipo de agua, extraída supuestamente de un lugar secreto en la costa chilena, puede desintoxicar el cuerpo, reducir inflamación y restaurar la salud hatsa en un 100%.
Esta empresa chilena opera desde Quilpué, en la Región de Valparaíso, y promociona su producto a través de su cuenta de Instagram: @saluddelmar.cl.
Un caso que ha desatado la polémica en redes sociales y hasta entre expertos de la salud respecto de la venta de agua de mar embotellada como remedio para enfermedades graves.
Agua de mar embotellada: ¿Cura milagrosa o riesgo para la salud?
El problema es grave, ya que no existe evidencia científica que respalde los beneficios que se le atribuyen al consumo de agua de mar.
Por el contrario, expertos en oncología, biología y farmacología advierten que esta práctica puede ser peligrosa para la salud:“No hay estudios serios que indiquen que beber agua de mar tenga beneficios curativos. De hecho, el consumo directo puede alterar el equilibrio de electrolitos en el cuerpo, generar deshidratación y afectar órganos vitales como los riñones”, explica Francisca Torres, oncóloga clínica de la Universidad de los Andes.
Por su parte, María Pilar Sánchez, académica del Departamento de Química y Biología de la USACH, enfatiza que “el agua de mar puede contener microorganismos, metales pesados y otros contaminantes, y no se trata simplemente de un líquido puro y beneficioso como se intenta vender”.
Agua de mar embotellada: Sin registro sanitario y sin control de calidad
Consultado por medios locales, el Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile confirmó que el producto no cuenta con registro sanitario, lo que representa un incumplimiento a las normativas de salud.
El departamento de Farmacovigilancia del ISP, a través de su vocero Juan Roldán, advirtió que si no se somete a pruebas y evaluaciones oficiales, el agua de mar no puede comercializarse como un suplemento, ni mucho menos como un tratamiento.
Por si esto no fuera suficiente, el mismo promotor del producto, Gino Sepúlveda, reconoció que no revela el origen exacto del agua y que su extracción es un “secreto de empresa”, lo que agrava las dudas acerca de su calidad y seguridad.