La comunidad de Río Lerma, en Atlacomulco, Estado de México, vive un clima de inconformidad y tensión ante la construcción de las Viviendas del Bienestar, un proyecto federal que, aseguran los vecinos, está afectando su entorno y vulnerando sus derechos.
Uno de los casos más representativos es el de Doña Hortensia, una vecina que asegura fue detenida injustamente por expresar su rechazo a la obra.
“Me quieren meter a la patrulla, me jalan la playera, me sacan la ropa y dicen que tengo reportes de hostigamiento a niños, pero no había pruebas ni denuncias”, relató la mujer. De acuerdo con su testimonio, fue retenida por más de dos horas y liberada sin cargos, lo que considera un intento de intimidación hacia quienes se oponen al proyecto.
“Quisieron agarrarme de ejemplo para que los demás no hicieran nada”, lamentó Hortensia.
Viviendas del Bienestar, pero con agua contaminada en Atlacomulco
Los habitantes aseguran que su rechazo a la obra no es infundado. Denuncian que el pozo que abastece de agua a la colonia está contaminado desde hace siete años, debido a una red de extracción ilegal de hidrocarburos (huachicoleo).
“Vivimos en una colonia históricamente olvidada y ahora quieren traer más viviendas sin resolver lo básico: el agua limpia”, dijo Rafael, otro vecino afectado. Por ello, los pobladores exigen la construcción de un nuevo pozo antes de continuar con el desarrollo habitacional, al que llaman irónicamente “Viviendas del malestar”.
“Es lo que siempre hemos pedido, un pozo que sustituya al que tenemos, que nos da agua contaminada”, expresó Noé, habitante del lugar.
Alcalde de Atlacomulco promete pozo, pero vecinos dicen que no hay avances
El alcalde Nicolás Martínez Romero, emanado de Morena, ha sostenido que la obra continuará porque “es federal” y ha prometido iniciar la perforación del nuevo pozo entre septiembre y octubre.
Sin embargo, los vecinos aseguran que no se ha hecho nada, por lo que clausuraron simbólicamente la obra y retiraron lonas de la zona de construcción. Tras esa acción, la protesta fue nuevamente reprimida por policías municipales, denuncian los colonos.
“¿Cómo es posible que un servidor público se sirva de su poder para aniquilar al mismo pueblo que lo eligió?”, cuestionó Hortensia. “Ya no podemos interponer un amparo porque el gobierno se blindó en los tres niveles”, agregó Rafael.
Ante la falta de respuestas y vías legales, los habitantes de Río Lerma plasmaron su inconformidad en un mural, como una forma simbólica de resistencia frente a lo que llaman “abuso de autoridad y olvido social”.