En la ciudad de Járkov, en Ucrania, un escenario inusual marca el regreso a clases presenciales para 17 mil niños que enfrentan la guerra con Rusia. Debido al conflicto armado, los planteles tradicionales han sido reemplazadas por instalaciones subterráneas que ofrecen un espacio seguro para la educación en tiempos de crisis. Así es una escuela de este tipo.
Anastasia Pochergina, madre de una niña de seis años, eligió para su hija una escuela ubicada tres pisos bajo tierra.
Padres envían a sus hijos a escuelas subterráneas en Ucrania
“No esperábamos volver a la escuela tradicional y presencial porque somos realistas, entendemos la situación y no nos hacemos ilusiones”, relató Pocherina. Sin embargo, ella decidió enviar a su hija a la escuela más profunda de la ciudad porque la considera segura.
Los niños, por su parte, disfrutan la experiencia: según María Yampolska, una alumna, “dibujábamos y jugábamos con los ayudantes de los profesores”. En medio de la guerra, las rutinas escolares continúan con normalidad gracias a estos espacios que equilibran el deseo de aprender con la necesidad de protección.
Estas infraestructuras se encuentran a una profundidad estratégica para garantizar el resguardo de los menores ante ataques aéreos de Rusia. Según el alcalde Ihor Terekhov, “la profundidad es fundamental para la escuela” y estas instalaciones albergan a mil 500 alumnos, con planes de construir tres escuelas más que se inaugurarán en enero del próximo año.
Presidente de Ucrania pide apoyo de aliados
Volodymir Zelensky, presidente de Ucrania, pidió el apoyo de países aliados después de que Rusia bombardeó con drones y misiles, lo que dejó un saldo mortal de cuatro fallecidos.
Este ataque ruso dejó daños en el norte, el sur y el este de país, como en las ciudades de Zaporiyia, Krivói Rih y Odesa. Zelensky pidió una “respuesta amplia” de los aliados europeos de Ucrania y agregó que Vladimir “Putin no quiere negociaciones, claramente se está escondiendo de ellos”.