Existen catástrofes naturales que no se pueden prevenir, pero la reacción de un gobierno ante una tragedia de tal magnitud marca la diferencia entre que sea recordado por su liderazgo o el fracaso. México ha vivido dos de estos momentos, separados por casi cuatro décadas: el terremoto de 1985 y el huracán Otis en 2023.
La inacción del 85 y el nacimiento de la sociedad civil
El 19 de septiembre de 1985, un sismo de magnitud 8.1 sacudió la Ciudad de México (CDMX) y sembró el horror en cada rincón de la capital. La respuesta del gobierno, en ese entonces, fue lenta y desorganizada. Como relata el periodista Jorge Zarza, el presidente salió a los medios más de 30 horas después, con una imagen impecable de zapatos brillantes y chamarra de piel que contrastaba con la devastación.
Zarza recuerda un momento que marcó a la sociedad: “Cuando llegó a observar un edificio colapsado, ocurrió la réplica, y lo primero que hicieron fue protegerlo. La gente sintió un abandono por parte del gobierno” y vio que había una ausencia de alguien que te puede cuidar y que no te cuida.
Reportaje completo: Terremoto del 85 vs. Huracán Otis
Mientras las cifras oficiales hablaban de 6 mil a 7 mil muertes, las organizaciones civiles estimaban hasta 35 mil. La falta de acción gubernamental ocasionó que la sociedad se organizara de manera espontánea. “Se dice que la sociedad civil en México nació en 1985", afirma Zarza, destacando como personas comunes se convirtieron en héroes al remover escombros y rescatar a sus muertos, sin necesidad de una convocatoria.
La gente de manera legítima quitó las piedras y sacó a sus muertos, aunque no eran suyos. Eso es lo más bonito de México.
Este descontento popular se tradujo en una pérdida de respeto hacia la figura presidencial. El reclamo se hizo notorio durante la inauguración del Mundial, donde el presidente Miguel de la Madrid recibió un “chiflido” masivo, una señal inequívoca del abandono percibido por la población. El país parecía, según las palabras de Zarza, “un país que no tenía gobierno”.
Otis 2023: La historia se repite con una ayuda ineficiente por parte del gobierno
38 años después, el huracán “Otis” azotó Acapulco casi con la misma fuerza devastadora del sismo del 85. Y una vez más, la respuesta oficial fue lenta y desorganizada. A diferencia de 1985, la sociedad civil de 2023 tenía herramientas poderosas: los medios de comunicación y las redes sociales.
La noche del 24 de octubre @Javier_Alatorre alertaba de lo que estaba por venir... nadie más hacia eco y llegó lo que nadie hubiéramos deseado: el #huracán #Otis, sin piedad, devastaba #Acapulco y otras zonas de #Guerrero
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) November 3, 2023
Nuestro equipo, sin esperar y sorteando el desastre,… pic.twitter.com/oiUo6f3nzZ
El periodista Alejandro Villalvazo subraya que a diferencia del 85 hoy existe una alerta sísmica que te da al menos unos segundos para poder evacuar, pero en el escenario de un huracán o de una tormenta tropical, sí hay más margen de tiempo que permiten a las autoridades hacer planes de prevención, de avisar a la gente; sin embargo, esto no ocurrió.
15 horas después de que el huracán “Otis” golpeó las costas de Acapulco, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidió visitar la zona de desastre por medio de un jeep del Ejército Mexicano, resultando en un fracaso, pues se quedó atorado en la carretera y dejando a cientos de familias a su suerte.
La verdad, sin embargo, encontró la manera de salir. Las cifras oficiales de daños y víctimas contrastaban con la versión extraoficial de los afectados. Como comenta Villalvazo, en el 85 se maquillaron cifras, pero actualmente, la población cuenta con herramientas—como las redes sociales y los medios de comunicación—que hacen imposible que el gobierno logre esto, aunque lo intente.
#EnLaMañanera | Este es el motivo por el cual el presidente @lopezobrador_ no recorre las calles de Acapulco, #Guerrero tras el paso del huracán #Otis https://t.co/HF1ZzEc7hH pic.twitter.com/FbeM1SjJjD
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) January 17, 2024
Ahí está la importancia de nosotros en ir registrando y reportando todo
El sismo de 1985 y el huracán “Otis” son dos caras de una misma moneda, catástrofes que, a pesar de los años, muestran la misma ineficiencia gubernamental y la misma resiliencia de la sociedad civil.
A pesar de ese gobierno de traje y zapato pulcro y de su burdo intento por ayudar a ese pueblo que constantemente engañan, México sigue en pie y seguiremos documentando.