James Webb, el telescopio espacial de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) desplegó por completo el parasol de 70 pies de la nave, siendo un hito clave en su preparación para las operaciones científicas.
A través de un comunicado, la NASA explicó que el parasol del telescopio James Webb, protegerá al observatorio de la radiación solar y mantendrá sus instrumentos en un ambiente térmico estable, ha sido completamente desplegado y tensado.
Este parasol es aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis, pero se dobló para que pudiera entrar dentro del área de carga del cono de la nariz de un cohete Arianespace Ariane 5 antes del lanzamiento.
Desde el 28 de diciembre del 2021, el equipo de James Webb había iniciado a implementar de forma remota el parasol, tres días después del lanzamiento de dicho telescopio.
“Esta es la primera vez que alguien ha intentado poner un telescopio de este tamaño en el espacio”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en la sede de la agencia en Washington.
Shields up! @NASAWebb has completed the tensioning of its tennis-court-size sunshield.
— NASA (@NASA) January 4, 2022
This five-layered shade will protect the telescope from the heat of the Sun, Earth and Moon, helping it #UnfoldTheUniverse in infrared light. Details & next steps: https://t.co/m9eFc0ysib pic.twitter.com/qF1UQV3cIY
El parasol protegerá al telescopio James Webb en esta misión histórica
Según la NASA , el parasol de cinco capas protegerá al telescopio James Webb de la luz y el calor del Sol, la Tierra y la Luna.
Cada lámina de plástico del parasol es tan delgada como un cabello humano y está recubierta con metal reflectante, lo que brinda una protección del orden de más de 1 millón de SPF.
Juntas, las cinco capas reducen la exposición al sol de más de 200 kilovatios de energía solar a una fracción de vatio.
“Desplegar el parasol de James Webb en el espacio es un hito increíble, crucial para el éxito de la misión”, dijo Gregory L. Robinson, director del programa de Webb en la sede de la NASA.
Esta protección es crucial para mantener los instrumentos científicos del telescopio James Webb a temperaturas de 40 kelvin, o menos de 380 grados Fahrenheit, lo suficientemente fríos para ver la tenue luz infrarroja que Webb busca observar.
“Miles de piezas tuvieron que trabajar con precisión para que esta maravilla de la ingeniería se desplegara por completo. El equipo ha logrado una hazaña audaz con la complejidad de esta implementación, una de las empresas más audaces para Webb”, concluyó el director del programa de Webb de la NASA .