¡Recupera sus canciones! Después de varios años de disputas legales y regrabaciones, Taylor Swift rescató por completo su catálogo musical; esto en una histórica victoria para la estrella del pop.
Esta noticia ha sorprendido a propios y extraños que principalmente se cuestionan: ¿por qué Taylor Swift no era originalmente dueña de sus propias canciones?
You belong with me.
— Taylor Swift (@taylorswift13) May 30, 2025
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¿Qué pasó con el catálogo de Taylor Swift?
Cabe recordar que en 2006, cuando la artista estadounidense firmó su primer contrato discográfico con Big Machine Records, tenía tan solo 16 años.
Como es común en la industria de la música, los derechos de las grabaciones originales de sus primeros seis álbumes, entre los que se destacan, Fearless, Speak Now y 1989, quedaron en manos de la disquera.
Trece años más tarde, en 2019, la compañía fue adquirida por el empresario Scooter Braun, lo que provocó una disputa pública con Taylor Swift.
Según la compositora de “Shake it off”, a ella no le ofrecieron la oportunidad de comprar su propio catálogo antes de que se efectuara la venta, y es que Braun vendió los derechos a Shamrock Holdings por unos 300 millones de dólares.
— Maci✨ (Taylor’s Version) (@TorturedRepDept) May 30, 2025
Así fue como Taylor Swift recuperó su música
Taylor Swift respondió a la situación con una estrategia audaz, al regrabar sus álbumes bajo el sello de Taylor’s Version, una táctica legalmente permitida, debido a que ella es la compositora de las canciones.
Gracias a las nuevas grabaciones de discos más icónicos, Swift recuperó el control de su obra, y hasta logró que los Swifties, como se le conoce al fandom de Taylor Swift, escucharan únicamente esas versiones.
En 2024, completó la regrabación de sus seis álbumes originales, lo que le permitió recuperar el control creativo, además de comercial, de todo su catálogo.
Taylor Swift recupera su música ¿Por qué esto es importante?
El caso de Taylor Swift abrió un debate global acerca de los derechos de los artistas sobre su música, y ahora su lucha por la propiedad intelectual se ha convertido en un referente para músicos emergentes, quienes realmente deberán cuestionarse sobre aquellos contratos en los que ceden el control de sus obras a terceros.