Sor Juana Inés de la Cruz, nacida como Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana, se convirtió en una celebridad en un sistema rígidamente jerárquico. A 374 años de su nacimiento, te contamos cuál fue su "estrategia" para ser una de las mujeres más "virales" de su época y como, tras su ingreso al convento de San Jerónimo en 1669, se posicionó como una de las mujeres más importantes de la historia.

Forjó su cariño por las letras desde muy pequeña: con sólo 3 años ya sabía leer y su dedicación era tanta que al no aprender un tema, de los muchos que estudiaba a través de los libros, se cortaba el cabello como forma de castigo.

A los 7 años, Sor Juana se mudó a casa de su tía en la Ciudad de México y a los 16 años entró a la corte del Virrey Antonio Sebastián de Toledo para convertirse en la dama de honor de su esposa Leonor María de Carreto.

Según Diego Calleja, uno de los primeros biógrafos de la poeta mexicana, el Virrey admiraba tanto su inteligencia al grado de exponerla a una serie de preguntas hechas por filósofos, historiadores y otros poetas para probar sus capacidades. Sin embargo, este acto también es un reflejo de la señalización que tuvo que atravesar por vivir en una sociedad en la que no estaba normalizada la educación para las mujeres”.

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), debido a que en esa época en las escuelas sólo se permitía estudiar a los hombres, para poder seguir con su camino dentro de las letras, Sor Juana decidió entrar al convento de las Carmelitas descalzas de México y posteriormente al convento de la Orden de San Jerónimo.

Ahí pudo continuar con sus estudios aunque también se dice que de esta forma pudo evadir el matrimonio, un lazo que era casi requisito para las mujeres en ese tiempo.

El historiador y premio Nobel de Literatura Octavio Paz, en su obra "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe", señalan que el convento no fue una renuncia al mundo, sino la única vía de escape que le permitía estudiar, leer y escribir sin las ataduras del matrimonio.

El convento fue, irónicamente, su centro de operaciones y su plataforma. Antes de eso, su ingenio la llevó a la Corte Virreinal, donde su talento fue patrocinado por los Marqueses de Mancera y fue en esta etapa que cimentó su fama como la "Décima Musa" y obtuvo una audiencia de élite.

En aquella época el "algoritmo" que Sor Juana Inés de la Cruz rompió era el de la censura y el silenciamiento femenino. Su éxito radicó en la diversidad y la calidad de su "contenido".

Sor Juana y su contenido Premium

La también llamada "Décima Musa" escribió poesía, obras de teatro como "Los empeños de una casa", textos teológicos y científicos. Además, se estima que su biblioteca personal contenía más de 4 mil volúmenes, un acervo extraordinario para la época y un testimonio de su curiosidad intelectual.

La posesión de esta biblioteca desafiaba las normas de su orden. A diferencia de otros autores que publicaban de forma limitada, sus obras se imprimieron en España, asegurando una difusión internacional.

El primer volumen de sus obras, "Inundación Castálida", se publicó en Madrid, confirmando su estatus transatlántico.

El verdadero "viral" de su vida fue la polémica que la llevó a la renuncia pública, lo que modernamente se asemejaría a un escándalo de cancelación por su atrevimiento intelectual.

Sor Juana, fue una de las primeras grandes poetas en la Nueva España, hecho que la llevó a ser blanco de ataques y acoso por parte de una sociedad misógina que en ese tiempo estaba acostumbrada a que la literatura era dominada por hombres, “escribían hombres y leían hombres”.

Por ello, indica la UNAM en un comunicado, la importancia de su obra y el por qué la poeta mexicana es una referente en la lucha de las mujeres; Sor Juana se sobrepuso al contexto machista y no se dejó encasillar dentro de los roles femeninos de esa época.

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