Misioneros llevan esperanza a familias y adultos mayores en Ixtlahuaca esta Semana Santa
Esta Semana Santa, un grupo de misioneros se encarga de visitar a familias y adultos mayores para escucharlos y hacerles compañía, incluso para orar juntos.
En el municipio de Ixtlahuaca, Estado de México , Doña Francisca, una mujer adulta mayor, recibe la visita de un grupo de misioneros de “Juventud y Familia Misionera”. La emoción embarga a Francisca, especialmente al recordar a su esposo, fallecido hace dos años. Estas personas acompañan a familias en Semana Santa.
“Jesús le quiso dar el regalo de visitarla a través de nosotros para que no esté sola”, menciona uno de los misioneros a Francisca. La acompañan a rezar por su familia y por los difuntos. Doña Francisca se siente agradecida por la visita: “Estoy agradecida por lo que me vinieron a visitar porque ya nomás, estoy yo solita aquí, pero ante eso está Dios conmigo, no estoy sola”.
Miles de misioneros llevan amor en Semana Santa
Durante Semana Santa , más de 15 mil misioneros de “Juventud y Familia Misionera” recorren 26 estados de la República Mexicana, visitando más de mil 100 comunidades. Casa por casa, evangelizan y acompañan a las familias mexicanas, especialmente a aquellas que viven en comunidades apartadas.
“Es un mensaje de amor y esperanza que muchos ya están recibiendo”, dice uno de los misioneros. “Creo que una de las mayores experiencias que uno encuentra en estas misiones es ver la grandeza que tienen las personas y lo que nos pueden dar”, añade otro.
Las personas que reciben la visita de los misioneros se sienten renovadas en su fe. “Siento bonito que nos vengan a visitar”, dice una mujer. “Nos dicen en la palabra de Dios que estemos preparados porque no sabemos cuándo va a venir Jesús a visitarnos, y es al menos así para mí, es como si viniera Jesús a visitarme”.
Para los misioneros, la Semana Santa se trata de escuchar y ayudar al prójimo. “Lo más importante es llevar el mensaje de Cristo a las personas, pero también escucharlas y acompañarlas en sus necesidades”, afirma uno de ellos.
En el rostro de doña Francisca se refleja la alegría y el consuelo que le ha brindado la visita de los misioneros. Un pequeño gesto de amor y esperanza que cobra un significado especial durante la Semana Santa.